La Sirena de Punta Almina cobrará una nueva ‘vida’

La Consejería de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos del Gobierno de Ceuta ha sacado a licitación la reforma de un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), la Sirena de Punta Almina.

Se trata de unas ejecuciones que la Ciudad ha barajado que tengan un coste de unos 300.000 euros. Las empresas que deseen llevar a cabo estos trabajos tendrán hasta el 8 de abril para presentar sus ofertas.

La Sirena ya fue rehabilitado en el año 2010 por la Fundación Forja XXI, con un proyecto visado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Ceuta, para el cual se proyectó el uso de Centro Medioambiental.

La intervención se basaba en una rehabilitación integral del edificio, sustituyendo el forjado original por otro formado por un conjunto de ocho pórticos metálicos, distribuidos según la funcionalidad de la edificación.

Uniendo estos pórticos entre sí, mediante unas correas, se formaba un total de siete correas.

Giro de sentido y reforma

El edificio de la Sirena finalmente no obtuvo el uso al cual fue destinado entregándose al olvido, llegando a ser saboteado en numerosas ocasiones, registrándose ocupaciones del edificio e incluso provocándose incendios que hace que se necesite de unos trabajos muy intensos.

Por tanto, se pretende volver a reformar el edificio de la Sirena para otro uso, por ello, se reutilizarán y/o se reformarán todos aquellos desperfectos hallados en el exterior y el interior de este Bien de Interés Cultural que sean posibles.

Eso sí, los técnicos han dictaminado que tras observar el edificio no se observan daños estructurales.

Ahora el uso pretendido es el de tres espacios cerrados y diferenciados, una sala para las asociaciones de deportes de montaña y senderismo, otra para el centro de avistamiento de aves y una para Obimasa.

De forma que el perímetro interior de la Sirena siga teniendo uso público y acoger a los visitantes que quieran entrar. El cuerpo trasero del edificio estará destinado a la Consejería de Medioambiente y Servicios Urbanos.

Se realizarán obras de adecuación de la Sirena para su puesta en funcionamiento, como son la nueva distribución de espacios, instalaciones, acabados, revestimientos, restauración de carpinterías entre otras.

Historia

El edificio de la Sirena de Punta Almina se creó en 1913, aunque la I Guerra Mundial demoró su puesta en marcha para reforzar con señales acústicas en el sistema de aviso a los navegantes del Faro de Cerro Mosquero, que empezó a funcionar en 1855.

Las frecuentes nieblas que se forman en el Estrecho de Gibraltar suponían un peligro para las embarcaciones que se acercaban a la costa ceutí, por lo que se decidió la construcción de esta Sirena.

Las peculiares señales acústicas que emitía, similar a los mugidos de un animal, le valió el sobrenombre de “la vaca”.

Líneas de actuación del proyecto

Es por ello, que la línea de actuación del proyecto se basa en sugerir esas nieblas o confusión generada por las condiciones climáticas en el interior del edificio.

Para ello, se proyectan unos cerramientos de vidrio que independizan los diferentes espacios y, por delante de ellos, se quieren disponer unos perfiles anclados en el suelo y falso techo, donde se sujetan diversas cuerdas de algodón, lo cual dificultará la visión hacia el interior de los diferentes departamentos que se crean, así como un juego de luces y sombras, que pretende recordar o emular esa confusa visión desde la costa en días de niebla.

La Sirena siempre ha estado vinculada al mar, por ello, los materiales protagonistas de la reforma son la cuerda, el vidrio, madera y acero.

El edificio es de planta rectangular, desarrollado en zona baja. A nivel de distribución, se mantiene el almacén y los aseos actuales, independizando los tres espacios restantes, mediante los citados cerramientos de vidrio.

De este modo, el perímetro interior de la Sirena, puede seguir siendo público y ser visitado, sin alterar, ni interferir la actividad que se desarrolle en las diferentes dependencias.

Debido a su relación con el mar, se optará por las cuerdas (cabos) como elemento de vínculo con los barcos, además de intentar recrear esa sensación de confusión con el juego de luces y sombras.

Siempre respetando su ambiente de mar

El sistema de cuerdas utilizado permitirá que se puedan utilizar para colgar paneles, cuadros o cualquier otra exposición, ya sea de los propios usuarios que utilicen el edificio como para exposiciones permanentes o efímeras de diferente índole.

Se dejarán los huecos de ventanas y paredes perimetrales de la Sirena limpios, enmarcando los diferentes paisajes y vistas que se tienen desde el interior del edificio hacia los acantilados, el Estrecho y la Península.

El revestimiento que envuelve el almacén y los aseos, por el exterior, será un panelado de madera perforada.

Por el exterior no se alterará la fachada del edificio y se restaurarán, en lo posible, todas las carpinterías exteriores de madera, ventanas y puertas.

La fachada no se verá afectada a ninguna modificación, únicamente de conservación y mantenimiento de todos los revestimientos y carpinterías. Así como, su cubierta, que será tratada como la quinta fachada.

Se mantendrá el recorrido exterior perimetral que bordea la Sirena, donde el protagonista es el paisaje, para que así se siga brindando al ciudadano.

Las dos rampas de acceso a la Sirena, se marcará en sus extremos del mismo color que el bordillo de granito oscuro, para así, aumentar la visibilidad de los resaltes ocasionados por las cuñas producidas por las rampas, en aras de la accesibilidad.

Se pretenderá dar un acabado en blanco de toda la fachada, para así, conseguir esa analogía de sirena o señal, pero esta vez a nivel visual, rescatando a su vez, la seña de identidad de esta ciudad, antes llamada Perla del Mediterráneo.

De esta forma, la Consejería quiere recuperar un edificio que ha estado abandonado durante años y que está en un lugar enclave de nuestra ciudad, un sitio idílico que pretende recuperar ‘vida’.