La improvisación impera en el entorno fronterizo. El Tarajal es un mundo al margen de todo. Lo que vale un día, otro ya no se aplica. Las normas se disponen según directrices que nadie entiende hasta el punto de dar pie a órdenes de chirigota. Mientras en el plano político se lleva dos días debatiendo sobre las posibles soluciones y causas de los problemas fronterizos, a pie de Tarajal los agentes son obligados a cumplir con unas medidas que, no es que sean difíciles de entender, es que carecen de sentido alguno.
Así nos topamos con escenas de guardias civiles que piden el ticket a hombres y mujeres que van a cruzar con una bolsa de tomates o con un litro de aceite. Si no hay ticket no se pasa. ¿En qué manual se ha escrito esta norma?, ¿en dónde pone que alguien no pueda cruzar a Marruecos con la bolsa de la compra porque, dicen, es susceptible de ser porteador/a? Nos topamos con casos de personas que han venido a Ceuta a comprar en cualquiera de las superficies comerciales y de regreso se la ha instado a mostrar el ticket del punto de venta, impidiéndosele el pase si no lo tenía. Y no hablamos solo de cuatro bolsas, incluso de una garrafa de aceite o de un par de bolsas de dulces. Lo que sucede no es nuevo, son órdenes que se aplican por épocas, que carecen de fundamento y que están sustentadas en esa persecución al porteador que pone en marcha la administración en un paso más hacia la criminalización del colectivo. Ya nos debería dar vergüenza el hacinamiento en la playa o los experimentos con gaseosa que hace cada turno (véase lo ocurrido la semana pasada con el CEIP Príncipe Felipe), que ahora damos un paso más convirtiendo a los guardias civiles en marionetas de una administración que les ‘transforma’ en una especie de vigilantes de seguridad de supermercado, de esos que controlan en la puerta quién puede ocultar alguna mercancía sin haber pasado por caja. Lejos de situar a las fuerzas de seguridad en el papel que les compete, se ordena ejecutar acciones ridículas que convierten este paso en un infierno.
¿A la clase política le interesa solucionar esto? Ni mucho menos, ellos se pelean a otros niveles, buscando solo trofeos.