A diferencia de los niños de su edad, un menor de cuatro años lleva dos semanas a la espera de la contestación de un recurso para poder iniciar el curso escolar en un centro adecuado a sus necesidades y a las de su familia. Este periplo comenzó en mayo de este año, cuando su padre, militar de profesión y natural de Ceuta, conoció que sería trasladado a esta ciudad.
Desde ese momento se informó para poder escolarizar a su hijo, pero debido a la falta de plazas, tuvo que perder el último mes y medio de clases. No obstante, la familia formalizó la inscripción del menor, en los plazos legales, para ingresar en segundo de Infantil en el curso 2018-2019. Sin embargo, pese a haber seleccionado una serie de escuelas cerca de su vivienda, al niño se le adjudicó una plaza en el ‘Ramón y Cajal’, ubicado en el extrarradio, a un kilómetro y medio de su casa.
Viendo la situación, el padre y el abuelo del niño presentaron un recurso de alzada en la Delegación del Gobierno, dirigido a la Dirección Provincial de Educación de la Ciudad de Ceuta, alegando que su esposa también se hace cargo de un bebé prematuro, con problemas respiratorios, algo que le imposibilita desplazarse cada mañana hasta el extrarradio, con el peligro que eso conlleva para la salud del bebé y aportando informes médicos que lo consideran contraproducente.
De igual manera, la familia detalló el deseo de que su hijo reciba una educación católica, una situación a la que no puede optar en el ‘Ramón y Cajal’, ya que no cuentan con el número suficiente de alumnos cristianos para dotar al centro de un profesor de religión católica.
Reclamación
Por ambos motivos presentaron una reclamación el 5 de septiembre, dos días después de conocer las listas, y que fue ampliada el 11 del mismo mes después de conocer que hay una plaza libre, en segundo de Infantil, en el ‘Mare Nostrum’, a pocos metros de su casa.
Sin embargo, pese a ser ésta la primera opción de los padres del menor, le han informado de que se trata de una plaza extraordinaria y que no tienen acceso a ella. “Me dijeron que ha salido una plaza, pero que no tengo acceso a ella”, se queja el padre, quien no entiende cómo existiendo un lugar en el colegio que ellos seleccionaron como primera opción, no se les otorga, pese a que el centro que sí le han asignado no cumple con las necesidades del menor y representa un trastorno para su traslado.
“No tenemos ningún problema con el ‘Ramón y Cajal’, pero necesitamos un centro que esté más cerca”, aclara el padre mientras espera a que resuelvan el recurso de alzada presentado ante Delegación, cuya contestación puede demorar hasta los tres meses, un tiempo que va pasando mientras que el niño permanece en casa sin poder asistir a clase.
Pues si han venido trasladado de la península, debería darle la plaza cuando se destina aquí tienen preferencia, esto es indignante que un niño no pueda ir a un colegio cercano a su vivienda, y esa plaza que no se cubre que es para un enchufado. Todos los niños tienen derecho ir al colegio, yo ánimo a su familia que adelante, que lo primero es las necesidades de los críos que vergonzosos
No hay plazas para nuestros hijos, pero si el que la solicita es un inmigrante enseguida tiene una . Vergonzoso
Creo que en los colegios no tendria que darse ninguna religion . Eso es cosa de los padres que tendrian la tarde para meterlos en centros privados.
Las plazas de colegios se tendrían que adjudicar por cercanía de la vivienda familiar, exclusivamente.
Lo que se hace ahora que se forman colas de coches, atascando la vía pública se solucionaría de esta forma. Por otra parte es secundario y una excusa el querer recibir religión , ya que para eso están las distintas comunidades religiosas,para ello.