El director hizo un recorrido por la historia de la institución, citando a los fundadores, miembros de los órganos de gobierno y políticos que la impulsan
El director del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC), Simón Chamorro, recogió ayer la Medalla de la Autonomía recordando a todas las personas que han pertenecido a esta corporación a lo largo de su historia, a quienes la han hecho grande y le han dado el prestigio que tiene en la actualidad.
En primer lugar, nombró a aquellos 28 pioneros que “lucharon porque en Ceuta, al igual que en otras muchas ciudades de la geografía española, se crease una institución que agrupara a todos aquellos que hasta entonces investigaban, estudiaban o creaban por su cuenta, es decir, aquellos que batallaron porque se constituyese un centro de estudios locales, el IEC”. Consiguieron rápidamente que la corporación ya formara parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el organismo de mayor calado en este campo.
Aunque la lista de los fundadores del IEC se publicara recientemente en prensa y sus nombres figuran en una placa que preside la sala de juntas de la sede “para que su presencia inspire y guíe la toma de alguna que otra decisión comprometida”, Chamorro los recordó ayer: Joaquín Amador García, Antonio Aróstegui Mejías, Manuel Alonso Alcalde, Enrique Arques Fernández, Antonio Bernal Roldán, Juan Bravo Pérez, Eduardo Buscató Biedma, Leopoldo Caballero López, Juan Díaz Fernández, José Fradejas Lebrero, María José Íñiguez Moreno, Enrique Jarque Ros, José García Cossío, Manuel García de la Torre y Blanco, Tomás García Figueras, Manuel Gordillo Osuna, Francisco Lería y Ortiz de Saracho, Manuel Lería y Ortiz de Saracho, Luis López Anglada, Víctor López Fenoy, Rafael Navarro Acuña, Francisco Olivencia Ruiz, Manuel Olivencia Ruiz, Carlos Posac Mon, Manuel Ramírez Jiménez, Alfonso Sotelo Azorín, José Ramón Torres Gil y Teodosio Vargas Machuca García. Chamorro afirmó que sin ellos “el IEC no hubiera existido”, por lo que dijo que “buena parte del galardón” debe ser para ellos.
El director de la institución añadió que esta Medalla reconoce también la labor de todos los miembros del IEC, “de hecho, ellos son su base y la primera línea de batalla en la difícil tarea de evaluar proyectos, publicaciones, resultados de ayudas a la investigación, etcétera”. Aseguró que su apoyo e implicación con el IEC y sus órganos de gobierno es “fundamental” para una institución “en la que el relevo continuado y sin trampa asegura y garantiza su futuro”.
También tuvo un recuerdo para los miembros que forman o han formado parte de su Junta Rectora, su órgano de gobierno más importante. Así, nombró a los actuales, como Álvaro Velasco, Manuel Cámara, Luciano Alcalá, Rocío Valriberas, Javier Martínez y José María Campos, como a los que con anterioridad también fueron parte de ella, como José Manuel Pérez, Paco Sánchez, Ramón Galindo y Pepe Ruiz. “Todos ellos han tenido que tomar decisiones cruciales para la institución y que realizar trabajos de gestión, a veces tediosos pero imprescindibles para el buen funcionamiento del IEC”.
Esta Medalla –continuó– también premia la labor desarrollada por los decanos de las cuatro secciones que componen la institución “y que a la hora de organizar jornadas, ciclos de conferencias, congresos y otras actividades de difusión no han tenido reparo en trabajar fuera de horario y con mesura”. Es el caso de Alberto Weil, José Luis Ruiz, Paco Herrera, José Antonio Alarcón y Fernando Villada. “Todo el trabajo que lleva a cabo el IEC conlleva tiempo robado a las familias. Por ello, de esta Medalla también los hago partícipes”, añadió. También compartió el galardón con su “público fiel”, al que agradeció su participación en las distintas actividades organizadas, así como a todos los miembros del Patronato del IEC “sean cuales sean sus siglas políticas, que sin menoscabar nunca la libertad intelectual de la institución, aprueban año tras año las memorias de actividades”.
Chamorro también tuvo palabras de agradecimiento a los componentes de la Comisión de Valoración de las Medallas de la Autonomía, especialmente a su presidenta, Yolanda Bel, y también al Pleno por su respaldo unánime y al Gobierno local por su atención desde el punto de vista económico y moral. Especialmente mostró su gratitud hacia la Consejería de Educación y Cultura, así como a sus consejeros Juan Jesús Barroso, Adelaida Álvarez y Mabel Deu. Dijo que parte del éxito del IEC se debe a ellos y que la Medalla también les pertenece. Por último, dijo que el IEC está “en deuda” con el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, por su “comprensión e interés”. Así, añadió que el jefe del Ejecutivo “ha creído en el Instituto y ha puesto a su disposición una infraestructura y financiación importante, sabiendo comprender la valía de la institución que aporta unos conocimientos relevantes y útiles para la planificación del futuro de la ciudad en numerosos y variados aspectos”. Añadió que parte de la Medalla también le pertenece, especialmente como miembro del IEC en excedencia. Finalizó mostrando el deseo del Instituto de recuperarlo.
Posac: “Ceuta ha llenado de ilusión mis trabajos”
Carlos Posac, socio fundador y uno de los “referentes incuestionables” del IEC, dijo estar viviendo un momento “impresionante” porque en ese momento se reflejó el “amor” que siente por la ciudad autónoma, “una ciudad que desde que la conocí ha llenado de ilusión mis trabajos históricos y arqueológicos”. Posac destacó que se acerca 2015, seis siglos después de que Portugal convirtiera Ceuta en una ciudad más de su imperio. Como anécdota recordó el trato recibido en una fiesta en el Palacio de San Bento a la que fue invitado por el presidente de la República. A la misma acudió debido al prestigio del “liceo –instituto, en Portugués– de Ceuta”.