No hay temporadas para esta siembra, no hay estaciones, ni abonos especiales. El odio, como la maleza, crece en todas partes, en los sitios más remotos, en lugares de temperaturas extremas, en cada rincón, en cada surco, en cada oquedad.
Tenemos hambre y lo devoramos, tenemos sed y lo bebemos, estamos cansados y alimenta nuestras fuerzas, nos sentimos vulnerables y anima a que la rabia y la ira busquen al lobo en una jauria inexistente.
Agentes de Guardia Civil han detenido al presunto asesino de Mateo, el niño de 11 años que murió apuñalado el pasado domingo en Mocejón cuando jugaba con unos amigos al fútbol en el polideportivo municipal.
Cuando asesinan a un niño es como si perdiéramos a alguien de nuestra familia, todo se viene abajo por el inmenso dolor, la terrible pérdida en unas circunstancias que no podemos entender.
¿Quién puede matar a un niño? ¿Por qué? ¿Quién es? ¿Quiénes son?
No nos queda otra que protegernos con nuestras leyes, con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Arroparnos los unos a los otros y llegar hasta el fondo, bajar al abismo para desentrañar pautas para no esparcir el desamparo.
Pero no es así; las alimañas, los cuatreros, los pistoleros a sueldo, los terroristas de las redes sociales, los que se erigen como justicieros.
De nuevo el Ku Klux Klan para canalizar ese odio racista, que desembonca en violencia y terror.
Ahora son los migrantes, los menores no acompañados, los sudacas, los moros, los rumanos. Todos son los potenciales asesinos de Mateo, el niño de 11 años que jugaba en un polideportivo del pueblo. Los cazadores afilan sus lenguas y escupen su venenos para atrapar al asesino, para apalearlo, para colgarlo en la plaza y practicar un ensañamiento colectivo.
Alvise Pérez, el líder de Se Acabó la Fiesta compartió la matrícula del posible asesino en un canal de Telegram, un mensaje que fue expandido por miles de internautas de la plataforma.
Lo mensajes de odio y de xenofobia fueron lanzados en distintas redes “con el propósito deliberado de despertar entre la población sentimientos de odio, hostilidad y discriminación".
"El presunto homicida resultó ser un joven de 20 años con trastorno mental; español"
Un hotel de Mocejón que aloja a 50 menores no acompañado descartó su implicación en el asesinato.
El presunto homicida resultó ser un joven de 20 años con trastorno mental; español.
La madre de Mateo pide justicia y no venganza.
¿Cómo defenderse del terrorismo en las redes, de las mentiras miles de veces retuiteadas?
No nos queda otra que defendernos y esa defensa comenzará en las aulas, formando en el respeto, en los valores que nos damos para crear la polis.
Y porque en algunos medios de comunicaciòn dicen que ha sido un español, que esperaban ? que ha sido un emigrante?.