Normalmente, solemos hacernos eco de las denuncias públicas de hechos que nos comunican la ciudadanía de Ceuta.
Pero hoy no es así, hoy es personal, pues los dos casos qué voy a comentar los he vivido personalmente. Cosa que me ha hecho indagar y preguntarme si realmente al Ejecutivo ceutí le importa lo más mínimo nuestra seguridad sanitaria y física también. En las dos quedan mermadas o sin protección, las cuales no puede quedar sin ser comentadas primero como ciudadano y después como presidente de la Asociación DAUBMA.
De la primera, algunos ya tendréis conocimiento por la publicación de ayer. Fue el varamiento del cadáver de un pez luna en la playa de Fuente Caballo. Del suceso, se pasó aviso al teléfono de emergencias 112, y particularmente a mí por WhatsApp a las 8:59 A. M.
Cómo tenía planes familiares de pasar la mañana en dicha playa, pensé que cuando llegara el cadáver ya habría sido retirado por la empresa concesionaria del servicio (Athisa).
Mi llegada a la playa se produjo a las 11:30 horas, pregunté a las personas presentes si habían dado aviso al 112, me respondieron que sí y que les habían contestado que ya tenían conocimiento del hecho y la empresa que tenía que retirar el cadáver estaba avisada (Athisa).
Fueron pasando las horas y la playa se iba llenando de usuarios, la mayoría de las personas adultas, entre ellas un par de parejas con niños.
Todos tuvimos que compartir la mañana de baños de mar y sol, y los pequeños además los juegos en la arena, soportando la visión de un animal muerto y soportando el hedor que emanaba de él. No sabemos si habremos estado o no expuestos a algún tipo de bacteria por la presencia toda la mañana del cadáver en la playa (yo abandoné el lugar a las 14:00 horas y allí sequía).
Este caso, como comentó una persona en voz alta, "si en vez de en esta playa, vara el cadáver en la Ribera, haría horas que ya se hubiera retirado".
El segundo caso se produjo por la tarde/noche de ayer, también sobré las 21:00 horas, más o menos a la altura de la gasolinera de Parque Ceuta.
Al pasar andando con mi esposa camino del centro, se nos acercó una perra adulta de la raza Pitbull, la cual llevaba sujetando entre los dientes una lata vacía de comida para gatos, como pidiendo que le diera comida y presentando un estado lamentable. Estaba toda sucia y con las mamas extremadamente grandes, síntoma inequívoco de que se le había estado utilizando para la cría continuada y sin descanso de camadas (las personas rescatistas sabrán lo que digo).
Lo comenté con mi esposa y me dijo que llamara al 112 para que la recogieran. Esto fue lo que hice, comunicando a la persona que me atendió al teléfono que había en las inmediaciones de la gasolinera de Parque Ceuta una perra de raza Pitbull con síntomas claros de haber sido abandonada y que había riesgo de peligro para las personas y de provocación de un accidente de tráfico por no ir controlado el animal. Le dije que si podía que mandara también una patrulla de la Policía Local mientras llegaban los operarios de Eco Servicios.
A los dos minutos me llamaron al teléfono por parte del personal encargado de la recogida, preguntándome las características del animal y si estaba con él.
Le di las características del animal, como la raza y colores (atigrado y con manchas blancas y collar verde) y que no estaba con él, pues iba camino del centro.
Me comentó que si no tenía al can retenido no iban por él porque al llegar podría haberse ido del lugar. Le contesté que primero, era de raza potencialmente peligrosa y podría morderme al intentar cogerlo para que no se fuera, y segundo que su obligación era ir y si el can no estaba en el lugar que preguntara en la gasolinera si habían visto para dónde se había ido y localizarlo.
Esta mañana he tenido noticias de que el animal seguía deambulando por las calles y que se había vuelto a dar aviso al 112, al ser horario de que la intervención debe ser realizada por el personal de Sanidad Animal de la ciudad. Estas circunstancias me han hecho indagar sobre estos dos servicios de la Ciudad transferidos por contratos a empresas participantes y el protocolo de actuación que la Ciudad les impone.
Visto los resultados dichos protocolos deben ser revisados.
En lo referente al primero, la retirada de animales muertos en las playas y las zonas urbanas de la ciudad, deben de tener prioridad ante los servicios de recogida de otros elementos como despojos, etc. Por encontrarnos en la temporada de baño en los litorales de Ceuta, dando una imagen a los residentes como visitantes de la ciudad, una sensación de dejadez y falta de celo de los servicios de Sanidad Animal de la Ciudad.
En el segundo caso. No se les puede hacer responsables a los ciudadanos que den aviso de animales abandonados, heridos, que puedan causar accidente de tráfico o ataques a personas u otros canes que lleven sus tutores de paseo, o bien que el animal esté infectado de virus de la rabia (pues al ser frontera con Marruecos no sería el primer caso que se diera), se hagan cargo de ellos hasta la llegada del servicio de recogida.
Si se precisa del control de los animales hasta la llegada del servicio que se mande una patrulla de la Policía Local para que se hagan cargo de esa tarea.
Esperamos que se tomen más en serio estos servicios por parte de Sanidad Animal. O habrá que informar a los ciudadanos cómo deben de proceder antes estos casos de manifiesta dejadez de las funciones de los responsables de los servicios municipales.
No es de recibo que se pongan por excusas de que no hay suficiente espacio para cheniles para tener recogidos los animales y dejar todo el peso a la Protectora de animales ni a las comunidades gatunas. Si se ha aprobado una Ley de Bienestar Animal, los primeros obligados a cumplirla son los Ayuntamientos y las Delegaciones del Gobierno. Deben velar por su cumplimiento al ser la representación del Gobierno que hizo dicha ley y la que obliga a su cumplimiento. Si faltan recursos, los Ayuntamientos deben hacerlo saber al Gobierno de la Nación y este responder con fondos suficientes.
No consiste todo en legislar sin tener en cuenta los efectos colaterales y obligar a su cumplimiento sin dotar de medios y presupuestos.
Recordamos que en Ceuta tenemos un gran problema de abandonos de animales que en el caso de los canes se asilvestra y pueden causar daños a personas y a otras especies animales y el número de gatos ferales superan los 7.000.
Es indignante tanta dejación, tanto caso omiso a problemas que son fáciles de hacer y que puedan tener consecuencias por su no impronta actuación, pero como tú muy bien has comentado no es zona céntrica. La ciudadanía informa, pero no sirve. Que lo hagamos nosotros sugieren para que nos pueda ocurrir algo como en el caso del perro. Es que por mucho que lo pienso es inaudita la contestación.