Tal y como indicamos en el artículo de la semana pasada, volvemos a incluir un segundo documento de opinión en relación al PES según nuestra particular perspectiva crítica. En el análisis de alternativas del PES y sus criterios encontramos algunas cuestiones que nos parecen algo contradictorias y en general fuera del espíritu de las directivas que apoyan los gastos de agua racionales atendiendo a la salubridad de los ecosistemas y sus especies, por ello deseamos comentar los siguientes puntos:
a) en cuanto a la directiva hábitat detectamos inconsistencia en la despreocupación del PES por los cauces naturales y las masas de agua marinas protegidas en el litoral de Ceuta; b) las pérdidas de agua en la red (quizá el 25-30% sube a más del 40% si le sumamos los robos de agua de particulares) y el gasto excesivo de energía que supone la desalación tampoco parece que cumplan los mandatos de la directiva de ahorro energético y sostenibilidad; c) no existe el más mínimo interés por la valoración de la pérdida de diversidad biológica que está suponiendo la irrupción del alga invasora Rugulopterix okamurae en el litoral ceutí, ni siquiera es conocido el fenómeno ni existe preocupación por la evaluación de sus impactos y como merma el buen estado ecológico de las aguas marinas (hay que indicar que ya existe una publicación científica y los resultados de un proyecto financiado por el MAPAMA para estudiar los efectos de esta peligrosa especie de alga en la región de Ceuta; d) el estado de las aguas marinas tampoco está siendo contemplado apropiadamente ya que se llevan muchas décadas aceptando los impactos provocados por las aguas fecales sin tratar que manan junto a las pluviales cada vez que llueve con normalidad en Ceuta; e) la sobrepesca, pesca furtiva y los daños ocasionados colateralmente a hábitats marinos de gran relevancia ecológica como el coralígeno no alcanza a tener respuesta apropiada en estos planes; f) en relación a los paisajes del territorio emergido, se necesita una mayor inversión en programas de reforestación eficientes que aumenten la cubierta vegetal autóctona y eleven la calidad ambiental del territorio ceutí, cierto número de cauces deben re-naturalizarse pues actualmente se encuentran alterados y abarrotados de viviendas; g) En el estudio de las alternativas de la DAE nos parece bien la puesta en marcha de campañas de concienciación pero nos gustaría conocer las medidas con respecto a las aguas subterráneas en Ceuta y su papel en relación a los episodios de sequía severa y por supuesto las propuestas para la recuperación de estos acuíferos una vez superado el problema.
En cuanto a los componentes y objetivos que emanan de los criterios mencionados por el PES cabe indicar que: tanto los ecosistemas como sus hábitats, diversidad de especies, suelos y paisajes están muy alterados en Ceuta. En el caso de muchos cauces naturales, hay una falta de planificación absoluta y de política de reforestación y mantenimiento. En cuanto al medio marino, la ordenación y la conservación son inexistentes. Tampoco acertamos a ver reflejadas con nitidez cuales son los planteamientos en términos ecológicos para ayudar a las especies y sus hábitats en un contexto de sequía severa. En general, la diversidad biológica está difuminada y no existe concreción. Existe mayor definición en las cuestiones energéticas pues se menciona cierto ahorro energético que no creemos que se produjera al entrar en juego la desaladora que se ha convertido en la mayor apuesta del gobierno municipal para asegurar el agua corriente. Tampoco se conocen las medidas de recuperación de los caudales antes de la situación de sequía y no creemos que se realicen con la consistencia necesaria informes post-sequía dado el escasísimo personal asignado a la demarcación ceutí.
Desde el punto de vista de la masa de agua modificada correspondientes a las zonas de atraque portuario (zonas I y II) bajo competencia de la Autoridad Portuaria de Ceuta no se tiene en cuenta su singularidad oceanográfica y ambiental en el contexto de Alborán y sobretodo en el ámbito de otros puertos españoles.
“La excesiva apuesta por la desalación y el excesivo consumo de agua producido en la desaladora se tendrá que tener en cuenta de cara al futuro por ser insostenible energética y económicamente”
El Puerto de Ceuta podría facilitar esta información detallada una vez más a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para que establezca unos criterios en base a indicadores biológicos acordes con la realidad de las masas de agua portuaria más modificadas. Es más, estas consideraciones podría ayudar a la Autoridad Portuaria de Ceuta y al MAPAMA a establecer algunas medidas de conservación en puntos concretos del LIC marítimo-terrestre del Monte Hacho dentro de la zona II de atraque portuario (zonas exteriores a los diques portuarios). En relación al comentario anterior y desde el punto de vista de la gestión del espacio protegido LICES63002, seria interesante que se tuviera en cuenta y apoyase dentro del PES (o de no ser posible dentro de las acciones de temas estratégicos incluidas en el Plan Hidrológico de Ceuta) la protección significativa y efectiva de la zona de los Ciclones como lugar de concentración de una comunidad coralígena de gran interés ecológico y científico. Se trataría de mantenerlo protegido de la pesca deportiva y profesional que daña su especie bioconstructora y estructural más significativa (la gorgonia roja mediterránea Paramuricea clavata) y esquilma sus recursos marinos pesqueros. De hecho este enclave, desde hace varios años forma parte de las estaciones de indicadores biológicos marinos que aporta información científica relevante a los informes de salubridad ambiental marina bajo influencia portuaria. Además se trata de una estación de monitoreo y control del coralígeno en la que se llevan a cabo seguimientos científicos y mediciones de diversos parámetros oceanográficos dentro de los proyectos internacionales t-MedNet y medDiversa orientados a testar cambios en el hábitat coralígeno en base a fluctuaciones climáticas u otro factores relacionados con el cambio global.
La excesiva apuesta por la desalación y el excesivo consumo de agua producida en la desaladora (ocho mil millones de litros de agua al año y puede que más) se tendrá que tener en cuenta de cara al futuro por ser insostenible energética y económicamente. Quizás el gran dispendio que ocasiona la desalación facilita el camino a nuestros políticos electoralistas para abandonar las inversiones en infraestructuras soterradas necesarias para que la EDAR reciba la mayor parte de las aguas fecales y para dejar de abordar la necesaria separación de fecales y pluviales que provoca las frecuentes evacuaciones de aguas sucias en diversos puntos del litoral.
En relación a los diez impactos ambientales de la sequía prolongada pensamos que se pueden desarrollar algunas medidas para minimizar estos efectos:
a) proceder a reconocer los embalses como zonas de interés ecológico en las que hay que mantener los caudales ecológicos; b) preocuparse por las especies invasoras con especial dedicación a una especie de alga que ha causado graves estragos en las comunidades bentónicas del litoral ceutí; c) generar información rigurosa y de calidad en relación a las especies y los hábitats vulnerables en caso de sequía; e) atender la cuestión de las masas de agua marinas es también obligación de los planes hidrológicos y especialmente debe pronunciarse sobre impactos como las aguas fecales o la evacuación de salmuera. A pesar de aceptar la afirmación según la cual proporcionar agua para las actividades humanas debe ser uno de los puntos importantes de toda planificación entorno al recurso hídrico, no deseamos asumir, que el PES, se convierta simplemente, en un documento que involucrando impactos antrópicos, hábitats, caudales ecológicos, masas de agua marinas, fuentes de producción alternativas y un largo etc., no tenga en cuenta nada de esto y se limite a conseguir agua a un precio elevado sin hacer esfuerzos en la dirección que marca la sostenibilidad ni tener en cuenta la diversidad biológica que sufre las consecuencias de todos nuestros abusos en materia de ocupación del territorio y despilfarro de los recursos básicos como el agua.