La Fortaleza del Hacho es un monumento histórico que ha sido utilizado para diversos fines durante siglos. Ahora es el acuartelamiento de Artillería Antiaérea del ejército español en Ceuta. La Fortaleza es de la época romano-bizantina, pero ha sufrido modificaciones por las diferentes invasiones que ha soportado la ciudad a lo largo de la Historia. El rey Carlos III mandó reconstruir las partes destruidas por eso el edificio principal del acuartelamiento lleva el nombre del monarca.
Francisco Javier González Castillo, cabo mayor del grupo de artillería antiaérea II/30, cuenta que “a lo largo de los siglos de Historia hicieron reestructuraciones en la Fortaleza. Una de las principales fue en 1771 cuando el rey ordenó a su arquitecto para reconstruir la fortaleza, porque estaba totalmente destruida. El edificio Carlos III es del siglo XVIII”.
Tristeza, resignación, orgullo… Los militares que pertenecen al Regimiento de Artillería tienen sentimientos encontrados. El 310 aniversario de la Artillería española debería celebrarse el dos de mayo pero este 2020 no va a poder conmemorarse con el acto consecuente. La crisis sanitaria provocada por el coronavirus continúa y, a pesar de que no puedan celebrar con respeto y honor estos más de tres siglos de servicio, los militares siguen con el orgullo que les caracteriza cuidando de los ciudadanos con sus labores. Aún así, se leerá el manifiesto.
Juan Alberto de los Santos, capitán jefe de la Batería de Servicio, es el encargado de leer el manifiesto que este año se enviará por la intranet oficial de la Artillería. Lamenta que “el dos de mayo de este año, por las medidas de la crisis sanitaria se va a suspender el acto castrense. Pero el mando ha decidido que, para que no quede esta fecha tan importante en el olvido para la familia artillera, el manifiesto se mantenga. Aunque se envíe de manera telemática”, explica.
El cabo mayor Castillo cuenta que para él es “un orgullo y una satisfacción pertenecer a esta unidad por el 310 aniversario y encima estando en la Fortaleza del Hacho. Se puede decir que este acuartelamiento refleja lo que ha sido la historia y la vida del artillero desde la antigüedad”.
Juan Manuel Gutiérrez, coronel y jefe del RAMIX-30, cuenta emocionado que “la principal preocupación del Regimiento, como la de todos los españoles, es la batalla contra el COVID-19. Estamos muy orgullosos de la contribución que están teniendo para ayudar al país a superar la pandemia. En nuestros corazones tenemos un ‘rinconcito’ en el que se mantiene presente el recuerdo a los 310 años de historia del Regimiento, vinculado a Ceuta desde sus orígenes”.
El penal más duro de España estuvo aquí, en la Fortaleza del Hacho. A principios del siglo XIX el rey Fernando VII llevó una fuerte represión sobre los constitucionalistas de 1812 y decidió encarcelarlos en Ceuta. Entre ellos a uno de los padres fundadores de la Constitución, D. Agustín de Argüelles. La prisión tenía una capacidad de 300 presos, pero llegaron a convivir más de 750. Con más de 160 años de vida, el penal pasó por varias fases. La primera, hasta 1910, como Penal de Ceuta. Pero continuó siendo prisión militar hasta 1981.
Castillo, cabo mayor, recuerda que “la prisión como tal se remonta a 1814, donde metió el que era rey a presos constitucionalistas, porque él vuelve del exilio y no le gusta lo que ve. A finales de siglo, el penal empieza a llenarse de presos cubanos de la Guerra de los diez años. Este fue uno de los penales más duros que había en España”.
Los presos donde se les encerraba estaban incomunicados y divididos en tres clases: los políticos, los llamados incorregibles y forzados, y los soldados por delitos militares. Además de una larga y triste historia, la prisión del Hacho recoge numerosas anécdotas que ocurrieron entre sus paredes.
Narra la historia de Manuel Blanco Romasanta, o también conocido como el ‘Hombre lobo español, un preso muy mediático que pasó sus últimos días en la Prisión del Hacho. “Era un hombre que mató a mucha gente y que sentenciaron a garrote vil –una práctica que se utiliza una máquina utilizada para aplicar la pena capital–pero un hipnotista francés interfirió hablando con Isabel II, para investigar con el preso. Isabel II aceptó y le cambiaron la pena a cadena perpetua, hasta que murió de cáncer de estómago”.
El estado de alarma por la pandemia está golpeando al mundo entero y, por ello, ha modificado la vida, las rutinas, los trabajos… En definitiva, la forma de vivir y de organizarnos. Los militares españoles, en este tiempo, tienen encomendada una misión: la Operación Balmis.
Los militares de la Unidad cuentan a FaroTV cómo les ha afectado a sus labores habituales esta misión y cómo se han adaptado.. Juan Alberto de los Santos, capitán jefe de la Batería de Servicio, comenta que su labor en el ejército es estar al mando de la Batería de Servicio. Con la Operación Balmis ha contribuido aportando personal para “las tareas para las operaciones de vigilancia y presencia en las calles , y para los equipos de desinfección de los edificios críticos de la ciudad”, asegura.
Carlos Santín, sargento, explica con orgullo la labor que tuvo que cumplir para la Operación Balmis como jefe de pelotón. “Ha sido todo un orgullo pertenecer a esta operación durante el estado de alarma por prestar servicio a la población de Ceuta. La aceptación por parte de los ciudadanos y la colaboración con otros cuerpos ha sido excelente”, cuenta.
Una de las labores principales es la de desinfección de infraestructuras y edificios de la ciudad, sigue trabajando el mismo equipo especializado desde que comenzó la ‘Operación’. Además, no sólo han debido adaptarse a la ‘Balmis’, una misión completamente diferente, que hace convivir y coordinarse al ejército con otras Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, sino que sacan adelante su trabajo habitual con una reducción muy notable de personal.
El virus con corona no da tregua, sigue al acecho. Aún así, Ceuta, con la inmemorial tradición artillera, atesora el cañonazo de las 12. “Esta es la única salva que perdura de las tres que se llevaban a cabo antiguamente, marcando los momentos del alba, el ángelus y el ocaso”, relata Borja Pérez-Lombard, teniente coronel. Ceuta es una de las diez ciudades en todo el mundo que mantiene la puntual tradición.
Estuve allí en 1989.
Lo recuerdo con orgullo.
Formamos desde el SERRES a unos cuantos soldados.
Víctor Arribas.
Periodista.
que recuerdos, yo estuve entre octubre 86 y julio 87, a cambiado mucho desde entonces.
!!! Viva España y Viva el Rey !!! Con taconazo Artillero a sus órdenes mi sargento jefe de la pieza a mí orden fuego . A disfrutar , se que no os gusta compañeros , pero el mayor honor de un militar es la solidaridad , servir esto forma parte del ideario militar . !!!! A mí orden a mí grito con todas mis fuerzas con toda mí alma con todo mí corazón a la bandera presenten Armas Aaaaaaar . !!! Viva España y Viva el Rey !!! .