La extraña Semana Santa que han vivido los ceutíes, la segunda sin hermandades ni cofradías por las calles por culpa de la pandemia del COVID-19, ha supuesto, al menos, un alivio para las cajas registradoras de bares, restaurantes y cafeterías, así como para los pequeños comerciantes de Ceuta. Lo cierto es que han notado una importante subida de las ventas durante estas fechas, incremento que ha amortiguado la dura caída sufrida desde que en marzo del pasado año se decretara el primer estado de alarma.
Sin embargo, estos beneficios quedan muy lejos de los logrados en 2019, cuando sí hubo cortejos penitenciales, y tampoco oxigenan del todo las cuentas de los empresarios de nuestra ciudad. “La Semana Santa siempre tiene un efecto dinamizador, pero en estas circunstancias que estamos atravesando de no normalidad pues lógicamente no ha funcionado como esperábamos. Especialmente porque en el mes de marzo nos hemos encontrado que el COVID estaba subiendo alarmantemente en Ceuta y en toda España y con las restricciones de movilidad ha hecho que no se dieran las circunstancias idóneas para salir a la calle y disfrutar de estos días de vacaciones con normalidad”, lamentaba el presidente de Centro Comercial Abierto de Ceuta, Juan Torres.
A pesar del ‘balón de oxígeno’ que ha traído esta fiesta para los negocios, el sector comercial y de la hostelería afronta con bastante incertidumbre la temporada de primavera ante el temor de que una cuarta ola conlleve nuevas restricciones en los establecimientos, extremo que, por ahora y a falta de que el comité de expertos lo decida, no se ha producido. “Tradicionalmente se suele salir a la calle con el buen tiempo y con la entrada de la primavera, pero las circunstancias por el COVID no han acompañado. Eso ha hecho que decaiga el ánimo y que la gente no salga a la calle y gaste en el comercio local. Ha habido ventas sí, pero son un 40 o 50 por ciento inferiores a las del mismo periodo del año pasado”, continuaba.
“Ha habido ventas, pero un 40 o 50% inferiores a las del mismo periodo del año pasado”
La Semana Santa que acabó el pasado domingo estuvo marcada por la falta de cofradías, la imposibilidad de moverse, de recibir visitantes de otros puntos del país “como en años anteriores” y las restricciones de aforo en bares y restaurantes. Desde los días previos al Domingo de Ramos representantes del sector comprobaron cómo las reservas se cubrían con clientela autóctona. Aunque para los hosteleros la valoración es “bastante positiva”.
“Especialmente en las terrazas, donde se pueden sentar a comer seis personas en una misma mesa. Esta previsión se ha cumplido. Desde primera hora, antes incluso de la una del mediodía, los veladores ya estaban llenos y era difícil encontrar uno libre, pero las noches han sido muy flojas. Ha sido la tónica general en la mayoría de los negocios”, comentan representantes del sector.
Un sector con el que han sido especialmente duras las restricciones y que “ha sabido dar la cara”. “Somos un sector responsable y seguro. Se nos ha machacado como cabeza de turco, culpándonos cada vez que había una ola importante de contagios y se ha demostrado que los contagios no venían de nuestros locales”, subrayan.
Mientras, el resto de la primavera se encara con idéntica “incertidumbre” que se vivió la víspera de la Semana Santa y “ante la preocupación porque se está hablando de una cuarta ola”.
Comerciantes y hosteleros, contra el nuevo toque de queda
El Gobierno de Ceuta variará de las 23.00 a las 22:00 horas el inicio del toque de queda a partir de mañana domingo, así como restringir a cuatro las reuniones de no convivientes en la calle y otros espacios públicos al aire libre para intentar contener la evolución negativa de la situación epidemiológica local de la COVID-19, que muestra la tasa de incidencia acumulada de nuevos positivos más alta de España durante la última semana. Una medida que el sector entiende que va “en favor de la salud de todos los ceutíes”, pero que no comparte “porque al final los perjudicados somos siempre los mismos y ahora estábamos cogiendo un poco de aire”.
Hostelería si, pero segura, que Ceuta es un cachondeo...
Que poca responsabilidad!!...con la que está cayendo!!
Qué quieren los hosteleros, que se contagie toda la Ciudad??
Dejaros de tanto llorar que no solo la hostelería lo está pasando mal.
QUE TENEMOS UNA PANDEMIA COJONES.
Como pretenden facturar como en el 2019??.
Demasiada rienda suelta se está dando, sólo hay que ver las terrazas a reventar de gente y la dejadez de las autoridades en hacer la vista gorda.
Vacunas, vacunas, y mas vacunas, mas barato que subvenciónar. spunik mismo por que no