El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha reclamado hoy, con motivo del Día Internacional de la Enfermería, que el Ministerio de Sanidad y las consejerías de Salud de las comunidades autónomas no desoigan el clamor generalizado de la sociedad y de organismos internacionales, como la OMS, y, una vez superada la emergencia sanitaria del COVID-2019, inviertan más en las enfermeras y enfermeros para mejorar la salud de ciudadanos y pacientes.
Con el lema “Enfermeras para liderar la salud en el mundo”, el Sindicato ha celebrado el Día Internacional de la Enfermería que este año tiene una mayor relevancia si cabe al producirse dentro del Año Internacional de la Enfermera y la Matrona, declarado así por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reconocer la labor de estos profesionales sanitarios en todo el mundo y demandar que asuman una mayor importancia y presencia en los diferentes sistemas sanitarios para mejorar la salud de todas las poblaciones.
La celebración de este año del Día Internacional de la Enfermería se produce en un contexto sanitario mundial excepcional y difícil por la expansión del COVID-19, que ha provocado un tremendo sobreesfuerzo en todos los profesionales sanitarios y, especialmente en las enfermeras y enfermeros, que han trabajado sin descanso, desde la responsabilidad y el compromiso, para atender y cuidar a las personas afectadas por la enfermedad aun sabiendo que su salud y seguridad estaba en riesgo, al igual que la de las personas de su entorno.
En este sentido, el Sindicato incide en que la escasez de las plantillas, sobre todo en los primeros momentos y el importante número de profesionales contagiados o en aislamiento les ha obligado a trabajar doblando turnos y con menos periodos de descanso, lo que ha conllevado un importante agotamiento físico y también psicológico por el tremendo desgaste que supone el continuo estrés, ansiedad y contacto permanente con el dolor, el sufrimiento y, con demasiada frecuencia, la muerte.
Una gran labor, apunta SATSE, que está siendo aplaudida todos los días por el conjunto de la ciudadanía y que ha llevado a las autoridades sanitarias a comprometerse a mejorar la situación del Sistema Nacional de Salud (SNS), una vez acabe la actual fase de emergencia sanitaria. Por ello, desde la organización sindical se insiste en que las buenas declaraciones de intenciones deben convertirse en realidad y propiciar un mayor liderazgo de las enfermeras y enfermeros dentro de nuestro sistema sanitario.
“Ha llegado el momento de que todas las autoridades sanitarias competentes tomen las decisiones necesarias para que las más de 300.000 enfermeras y enfermeros de nuestro país asuman la responsabilidad y ocupen el espacio que se merecen dentro del Sistema Nacional de Salud por su acreditada solvencia y capacidad resolutiva y que, hasta la fecha, no ha sido posible por una visión cortoplacista y economicista muy alejada de lo que defienden organizaciones, como la OMS, la ONU o la OCDE”, afirman.
Desde el Sindicato se subraya que nuestro país, tras la grave crisis del COVID-19, necesitará un sistema sanitario más fuerte, cohesionado y eficaz que sepa afrontar en las mejores condiciones emergencias sanitarias futuras y que, en su día a día, responda a las necesidades asistenciales y de cuidados de toda la población. Para ello, concluye, “la única y mejor alternativa que hay es invertir en las enfermeras y enfermeros”.