San Antonio celebró su día rodeado por el fervor de los ceutíes posicionándole, un año más, como el santo más popular de nuestra ciudad y que más devoción promueve. Y es que la romería por su onomástica es de las más numerosas y toda una tradición en Ceuta, que además se convierte en un día familiar de celebración.
Ayer se pudo ver esta convivencia en los alrededores de la ermita, que recibió engalanada a los cientos de ceutíes que quisieron celebrar al santo en su día. Todos ellos iban preparados para pasar un día festivo, pero también de fervor religioso para venerar a este santo de origen portugués.
Se cumplieron todas las tradiciones, desde la misa hasta la procesión, pasando por la bendición de los panes, que como viene siendo habitual, provocó largas colas en su entrega, símbolo de la devoción que este santo genera entre los ceutíes.
Pero como en toda romería, también gran parte del día se dedica a la fiesta y a la celebración, por lo que no faltó la comida y la música.
Días como el de San Antonio demuestra, una vez más, que Ceuta se aferra a sus tradiciones y no está dispuesta a abandonarlas y, mucho menos, dejarlas en un segundo plano.
Tanto ceutíes como foráneos disfrutan de fiestas como estas, de hermandad y convivencia, de devoción, pero también de alegría y celebración.
San Antonio fue recibido con entusiasmo entre los fieles y con la certeza de que esta tradición, este encuentro, seguirá siendo un día grande para Ceuta.