El 31 de diciembre es un día especial, el último del año y cada uno lo celebra como quiere. En Ceuta 548 personas han decidido decir adiós a 2019 corriendo la San Silvestre, el récord de participación de esta prueba y que de nuevo se corrió en las Murallas Reales, pero que este año no se adjudicó el atleta marroquí Bilal Marhoum, si no el ceutí Hassan Amar Mohamed, del club Bahía de Algeciras, que lució el dorsal número 320. Desde las cinco y media de la tarde se comenzaron a concentrar los participantes y sus familias para disputar la tradicional y famosa
carrera popular de San Silvestre. Hubo colorido y sobre todo buen ambiente para disputar el año deportivamente. Los primeros en entrar en acción fueron los mas pequeños con la celebración de la 'San Silvestre Baby'. Las diferentes categorías fueron realizando esta prueba con un recorrido menor pero con la misma ilusión que todos.
Todos ellos obtuvieron su medalla al término de la carrera, lo que hace fomentar un poco más la participación entre los más pequeños de la ciudad. A las 19.00 horas comenzaba la carrera absoluta tanto masculina como femenina. Un recorrido de 4.400 metros sobre una superficie asfaltada, en la que tomaron parte participantes de diversidad funcional adaptada.
Y de nuevo la luz brilló por su ausencia y los corredores tuvieron que salir con muy poca luminosidad. A pesar de todo, no hubo ningún contratiempo durante la prueba y todos los participantes pudieron terminarla. El primero en llegar a meta fue el atleta ceutí, del Bahía de Algeciras, Hassan Amar Mohamed con un tiempo de 14 minutos y 24 segundos, más de un minuto por encima del tiempo marcado por Bilal Marhoum el pasado año. En féminas la primera clasificada fue Samira Mhamdi con un tiempo de 16 minutos y 38 segundos. El resto de participantes fue poco a poco cruzando la línea de meta, hasta llegar el coche escoba que acompañó durante todo el recorrido al último grupo que fue disfrazado de dragón chino.