Alza la voz San Amaro. Dicen, y con razón, que no quieren ser otra vez la última playa de la cola. El inicio de la temporada está a la vuelta de la esquina, pero la visión en algunos puntos no parece acompañar una pronta y efectiva temporada de baño.
Las administraciones deben empeñarse en evitar discriminaciones tratando todas las zonas por igual. Nunca lo hacen y eso es lo que provoca el malestar de los vecinos que siempre focalizan sus críticas hacia la playa del alcalde. Así, saben, llaman a la de la Ribera, aunque tampoco es que se lleve la palma con la de tropelías que se han cometido y consentido.
San Amaro, a través de su presidente vecinal, protesta, y con razón, porque ve que llegará la temporada oficial y los residentes de este punto no van a poder disfrutar de una playa en condiciones.
El discurso oficial tiende a reconocer lo que no existe, estirando eso del todos somos iguales, no hay discriminaciones entre centro y periferia, todos los puntos gozan de los mismos recursos… Son mentiras consentidas por todos, porque sabemos que la realidad es bien diferente a como la pintan.
Los vecinos de San Amaro muestran con fotografías cómo se encuentran los arenales. Cuesta creer que, de aquí al inicio de la temporada de baño, puedan disponerse de todos los recursos que conduzcan a que realmente esa zona se pueda llamar playa y los usuarios no corran ningún tipo de peligro.
No basta con remitir comunicados ‘vendiendo’ la actuación prevista para que las zonas de playa sean las adecuadas Los vecinos quieren hechos, y esos solo se consiguen evitando que las fotografías de San Amaro sean las que todos hemos contemplado. Así no.
Da igual que se arregle o no, estar ahi es insoportable, llena de cagadas de perro, los dueños los llevan ahi como si fuera un pipican y olor a caño es vomitivo