El director del departamento jurídico de la Fundación SAMU, Enrique Yrazusta, ha comunicado a su plantilla en Ceuta que este mes tampoco cobrará a tiempo, entre los días 1 y 5, las nóminas de julio. No al menos al completo, ha advertido uno de los responsables de la entidad, como ya pasó hace treinta días.
“Un mes más está comprometido el abono puntual de vuestra nómina ante el retraso de la Ciudad Autónoma en el pago de las facturas de la Fundación: actualmente se nos deben las emitidas desde febrero, meses en que hemos cumplido con nuestras obligaciones y hemos mantenido a la plantilla al corriente a pesar de no contar con ningún tipo de ingreso por parte de la administración”, indica en la misiva, en la que precisa que “es cierto que en julio nos han abonado la factura de enero, pero eso sólo ha servido para reponer lo que sacamos de otras fuentes de financiación y pagar la nómina de mayo ‘a trancas y barrancas’ y para dar un cierto alivio a algún proveedor, con los que llevamos un retraso considerable”.
Según SAMU, que atiende a unos 150 niños migrantes solos, “no importa lo grande o solvente” que sea, porque “el caso es que ninguna institución puede soportar un ritmo de cobros como el que padecemos en este dispositivo, que en ningún momento se ha ajustado a los plazos legales”. “Esto ha roto nuestras previsiones y ha agotado nuestras vías de financiación externas, tanto las destinadas al dispositivo de Ceuta, como las de los demás servicios de Fundación SAMU”, ha alertado en un escrito en el que explica que “hemos registrado un escrito ante la Ciudad para requerir que pague lo adeudado y los intereses de las demoras acumuladas”.
Además ha advertido que, “si no se corrige la situación, nos vamos ver obligados a tomar la medida de suspensión del servicio prevista por la ley, poniendo por delante que nuestra principal preocupación a fecha de hoy es disponer de dinero para el pago de las nóminas”.
En paralelo la Fundación está intentando “ampliar” sus vías de financiación “de manera que podamos atender lo antes posible, aunque fuera parcialmente, los pagos, aunque estas soluciones son caras y coyunturales”.
La Fundación comunicó hace días a 20 trabajadores, los adscritos a Piniers IV, quedarían despedidos el 31 de julio, aunque la Ciudad ha negado que se vaya a cerrar el recurso.