La Policía Nacional evitó una tragedia ya que la altura alcanza los diez metros Los dramas personales de los habitantes al otro lado de la frontera, en ocasiones, tienen su repercusión en la ciudad autónoma. Es el caso del rescate efectuado ayer por agentes de la Policía Nacional y efectivos del 061, una colaboración que salvó la vida de una mujer a punto de despeñarse desde una altura de diez metros.
El incidente tuvo por escenario las proximidades del ascensor de la playa de la Ribera, entre el elevador y la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional, informaron fuentes policiales. Una marroquí, de unos cincuenta años, caminaba por el Paseo de Colón cuando se detuvo en la baranda que separa la acera del vacío. Era poco antes de las 11.00 y el tráfico fluído a esa hora de la mañana. El extraño comportamiento de la fémina alertó a algunos transeúntes quienes no dudaron en telefonear a la Policía Nacional.
Según los testigos que pudieron entablar conversación con ella después del percance, la mujer explicó que atraviesa una situación personal bastante complicada. Llegó a subirse en la baranda, comentaron las mismas fuentes. La pareja de agentes desplazados al lugar trataron de disuadirla para que no consumara el acto pero ella se resistió, de acuerdo a las declaraciones de los mismos ciudadanos. Los agentes consiguieron que la marroquí entrara en razones y les acompañara.
La señora fue trasladada a las dependencias de la Jefatura Superior donde acudió una ambulancia de la Unidad Médica de Ugencias 061, UME, integrada por un médico, un enfermero y un técnico que asistieron a la fémina, que sufría un ataque de ansiedad.
Al parecer, es madre y su marido le impide ver a sus hijos, explicaron algunas personas presentes en las inmediaciones del lugar del incidente. La impotencia que le produce el distanciamiento forzoso de sus vástagos, le llevó a la desesperación y estuvo cerca de ocurrir una tragedia si no llega a ser por la intervención policial.