Las buenas noticias de que el ocio nocturno, las actividades deportivas y los eventos culturales poco a poco están recuperando su normal desenvolvimiento se reciben con mucho gusto, pues después de tantos meses en los que la pandemia ha impedido el entretenimiento, hace falta un respiro y tener la oportunidad de recrearse, claro está, siempre de manera responsable.
Pero esta misma apertura, con miras a lograr eso que tanto repetimos, como lo es “volver a la normalidad”, también debe ser extensiva a otras áreas, como por ejemplo la salud y en este caso específico las consultas presenciales que muchas veces hacen falta ante lo inconveniente que en ocasiones puede resultar una revisión médica a distancia.
Se entiende que todas estas medidas restrictivas siempre han obedecido al bien común y a la protección de los ciudadanos, pero si ya estamos hablando de que pueden hacerse espectáculos y conciertos en espacios cerrados, y que poco a poco los aforos para el ocio nocturno han ido aumentado hasta llegar al cien por ciento en las terrazas, lo mismo que sucede en los estadios, entonces también podemos pensar que esa atención cercana hacia el paciente, debe irse recuperando.
Por esta razón resulta esperanzador que tras la apertura progresiva de las citas presenciales a comienzos del mes de julio, el Ingesa haya anunciado que se han habilitado nuevas líneas telefónicas para los centros de salud de Otero y del Tarajal, para poder solicitar la cita previa, entendiendo que hay que mantener la cautela y procurar siempre el cuidado del paciente, que siempre será la prioridad.