¿Para qué sirven los Días Internacionales de…? ¿Tiene algún valor o sentido dedicar un día del año a un asunto o un colectivo específico? ¿Reclamo, anécdota o necesidad?
Cuando celebramos, un año más, el Día Internacional de la Enfermera, las más de quinientas profesionales que lo somos en Ceuta, reafirmamos nuestro firme convencimiento de que sí es necesario centrar el foco de atención de la opinión pública, administrativa y política en nuestra realidad presente y, sobre todo, la que está por llegar.
Debemos hacer una reflexión conjunta de lo avanzado, o no, con respecto al último año, y exponer ante la sociedad todo lo que resulta necesario para atender y cuidar lo más preciado de todo ser humano, como es su salud.
Y lo hacemos este año, como lo hicimos en pasadas ocasiones, porque “no nos da igual” la salud de cualquier persona, la del bebé o niño al que vacunamos, la de la mujer a la que atendemos y cuidamos cuando va a ser madre, la del adulto que es hospitalizado, la del mayor con un problema de salud crónico… Estas y miles de situaciones más en las que la labor de las enfermeras y enfermeros no solo es necesaria, sino que es esencial.
En 2023, lamentablemente, nuestra reflexión nos lleva a la misma conclusión que tiene la inmensa mayoría de la sociedad de nuestro país. Como constatan sucesivas encuestas y sondeos de opinión, la situación de nuestro sistema sanitario es muy mejorable debido al abandono y precariedad que sufre por la falta de interés e inacción de las administraciones y partidos políticos tras la pandemia del Covid-19.
Para la ciudadanía, y también para nosotras y nosotros, es un motivo de gran preocupación la situación que se vive en los centros sanitarios y sociosanitarios de nuestro país. Esperas de meses para ser intervenido, centros de salud desbordados, profesionales saturados que quieren, pero no pueden, atender con el tiempo y dedicación que requiere cualquier persona.
Una realidad generalizada en el conjunto el Estado y que en Ceuta también sufrimos. Y lo hacemos, no desde la resignación, sino con el ánimo decidido de que hay que cambiar las cosas, de que hay que luchar para lograr una nueva sanidad que beneficie a todos y todas, a los pacientes y la ciudadanía y también a los profesionales.
Hoy, Día Internacional de la Enfermera, queremos trasladar a administraciones y partidos políticos un claro mensaje. Debemos mejorar la salud, bienestar integral y calidad de vida del conjunto de la sociedad y, para ello, es necesaria la mejora de la realidad profesional y laboral del colectivo sanitario que puede lograrlo, es de las enfermeras y enfermeros.
A todas aquellas personas con responsabilidades de Gobierno o que lideran un partido político que en unos días nos volverán a pedir nuestra confianza en las elecciones les decimos, alto y claro, que cuando no hay suficientes enfermeras o las que hay trabajan en unas penosas condiciones, las consecuencias son claras y constatables para el paciente o cualquier persona, menos salud, menos seguridad asistencial y menos calidad de vida.
Unas consecuencias que no queremos ni vamos a permitir las enfermeras y enfermeros de nuestra ciudad, porque la salud de la población y nuestra profesión… No nos dan igual.