El Consejo de Gobierno dio ayer luz verde definitiva a Acemsa para dedicar cerca de 20 millones de euros en 2024 y 2025 a intentar dar “un salto de calidad” con el servicio de limpieza pública viaria y recogida de residuos, el más gravoso de cuantos presta la Ciudad Autónoma y uno de los que más quejas han motivado durante los últimos años después del drástico recorte a su presupuesto que hubo que aplicar en la licitación adjudicada en 2013.
A la espera de decidir qué se hará con la gestión del personal que actualmente depende de Trace, más de 500 trabajadores, y si la Ciudad toma las riendas de la gestión directa de todo el servicio, la administración ha decidido adquirir directamente la maquinaria y construir una base municipal.
La carencia de unas instalaciones de titularidad pública era un factor que, además, desestabilizaba los concursos debido a la falta de suelo disponible en la ciudad y complicaba la concurrencia de ofertas de empresas sin lo que se consideraba un requisito difícilmente superable.
El plan de la Ciudad pasa por construir una nave moderna y funcional en terrenos portuarios, evitando las ineficiencias que ha generado durante diez años que las instalaciones de la concesionaria estuviesen en Benzú.
La administración también va a adquirir directamente la maquinaria necesaria para la prestación, que actualmente opera con vehículos “obsoletos”. El objetivo es dar “un salto de calidad” al servicio, que es lo que demanda la ciudadanía para ya.