Casi un centenar de inmigrantes, en su amplia mayoría de origen subsahariano, ha abandonado este jueves el
CETI de Ceuta, en una salida extraordinaria que pretende servir para aliviar la presión existente. Una presión que se materializó en un auténtico estallido social el pasado fin de semana, con la generación de una algarada en el centro de acogida del Jaral. Los subsaharianos
forman parte de la entrada masiva del pasado 26 de julio y representan una de las marchas de mayor número organizadas hasta el momento. En el grupo se han incluido varios argelinos, entre ellos dos mujeres con sus hijos. A última hora el cupo se ha visto incrementado y así continuará para atender las quejas de un colectivo que lleva meses sometido a un bloqueo. Además han salido varios marroquíes. Hasta la
estación marítima han acudido amigos de los que han tenido la suerte de dejar el centro para participar de la despedida, inmortalizada para siempre en sus teléfonos móviles. Con esta marcha extraordinaria se busca rebajar una presión que hace imposible una organización normal y adecuada en el centro de acogida.