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El Colegio de Farmacéuticos de Ceuta impone su Escudo de Oro al que fue su presidente 30 años
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El Consejo General de Colegios Oficiales le entregó la Placa de Plata
Antonio José Ruiz Moya fue distinguido ayer con el Escudo de Oro del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ceuta, después de 30 años de trabajo al frente de esta organización profesional y por su “valor tanto profesional como personal”. Los aplausos hacia el anterior presidente del órgano colegial resonaron en el Salón del Trono del Palacio Autonómico de manos de la farmacia comunitaria, hospitalaria y la salud pública.
Reconocimiento que fue por partida doble ya que el presidente y el secretario del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar y Luis Amaro, le entregaron la Placa de Plata que, en representación de los colegios y los farmacéuticos españoles, sirvió de “homenaje por su extensa y comprometida labor en beneficio de la profesión”.
“Un homenaje a toda una vida de dedicación a tu profesión aquí, en la ciudad autónoma, desde la que has trabajado para que los farmacéuticos ceutíes sean un referente sanitario y social. Tú padre y tu abuelo fueron también farmacéuticos y continuaste con su legado trabajando por la profesión día a día”, señaló Aguilar, quien mencionó que la saga familiar sigue con sus hijos. “Lo lleváis en la sangre”, añadió Aguilar.
Durante su gestión, los despachos ceutíes se han convertido en establecimientos sanitarios “imprescindibles” para que las políticas de salud pública y mejora del uso de los medicamentos sean “eficaces y eficientes”, destacó Aguilar antes de apelar a la unidad de la profesión.
En este marco incomparable y ante el Pendón Real, Ruiz Moya agradeció, emocionado, la concesión de ambos distintivos. “Desde el año 1988 en que fuí elegido hasta el pasado enero –cuando dejó el puesto–, para mí ha sido todo un honor poder representar al colectivo y he tratado dirigirlo con la máxima dignidad y honestidad contando con la ayuda inestimable de las sucesivas juntas de gobierno”, expuso el distinguido que, por cuestión de tiempo, no pudo detallar todos sus nombres.
Ruiz Moya se ha alejado de la primera línea, pero aseguró que deja el Colegio en las mejores manos: las del nuevo presidente, Mario de Miguel Zaragoza. “Le deseo los mejores logros, que les llene de satisfacción y orgullo como a mí me ha ocurrido en todo este tiempo. Mario conoce el afecto que le tengo y siempre me tendrá a su entera disposición”, se ofreció el farmacéutico cuya oficina está en calle Jáudenes. Describió a su sucesor en el cargo como un profesional con “conocimientos, trabajador, sinceridad y una larga lista de dones que unidos a tu experiencia te servirán para desarrollar una eficaz y duradera gestión”.
En estos primeros pasos, apuntó Ruiz Moya, De Miguel Zaragoza queda “bien arropado” por la actual Junta de Gobierno que aúna “experiencia y juventud así como muchos deseos de trabajar”. Hizo gala de sentido del humor durante todo el acto, lo cual generó risas entre los asistentes al mencionar que deja en “herencia” a su relevo a las dos personas que durante muchos años se han ocupado del orden de los documentos del Colegio. El actual presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ceuta recibió el apoyo de sus compañeros y del Consejo General en su nueva andadura, además de dedicar unas palabras a su mentor, que les inculcó el “carácter sanitario de la oficina de farmacia y la vocación de servicio a la sociedad”.
Por su parte, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, subrayó la importancia de la profesión farmacéutica en el ámbito del sistema sanitario porque es, en muchas ocasiones, quien “aconseja y auxilia al ciudadano” y porque “contribuye” a fomentar el uso racional y responsable del medicamento.
Vivas dedicó palabras de elogio para el homenajeado, una persona de la que resaltó su plena dedicación tanto a su profesión como al Colegio de Farmacéuticos, así como para su sucesor, De Miguel Zaragoza, al que le recordó que las puertas de la institución “siempre están abiertas porque valoramos y apreciamos lo que significan los farmacéuticos en el ámbito de la sanidad”.
El gremio, en el Arriado de Bandera
Miembros del colectivo depositaron la corona de tributo a los caídos
Los asistentes ayer al acto en el Salón del Trono participaron, a continuación, en el tradicional Arriado de Bandera que se desarrolló ante la Comandancia General de Ceuta, en la Plaza de África.
Durante el acto de homenaje a los que dieron su vida por España, miembros de los colegios de farmacéuticos portaron la corona con la que rindieron tributo a los caídos.
En la tarde de ayer, el Regimiento Mixto de Artillería nº 30 (RAMIX 30) fue el encargado de realizar el Arriado de la Bandera Nacional delante de la fachada del edificio castrense.
El piquete estuvo formado por la Banda de Guerra Mixta de la Comandancia General de Ceuta; Música del Batallón de Cuartel General de la Comgeceu y una Batería de Honores del citado Regimiento.
El acto estuvo presidido por el comandante general de Ceuta, Javier Sancho Sifre, quien también asistió a la imposición del Escudo de Oro al anterior presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ceuta, Antonio José Ruiz Moya.
Durante esta ceremonia de exaltación del patriotismo, fueron muchos los viandantes que pararon en la Plaza de África para homenajear a la enseña nacional.
Al acto en el Salón del Trono del Palacio Autonómico asistieron las principales autoridades civiles –Ciudad y Delegación del Gobierno– y militares de la plaza –Comandancia General de Ceuta– además de una comitiva del Consejo General de Farmacéuticos, presidentes de colegios provinciales, autonómicos, Ingesa, Isfas, presidentes de cooperativas, compañeros, familiares y amigos.