El vicepresidente segundo de la Ciudad y coordinador de la mesa técnica que funciona en el Gobierno local para adecuar un nuevo plan económico para Ceuta, Carlos Rontomé, será el representante del Ejecutivo de Vivas en la mesa de diálogo instaurada en la Delegación del Gobierno. De esta manera se responde a la oferta realizada por la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, al presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, para que haya lógicamente un asistente por parte del Gobierno autonómico.
Desde la puesta en marcha de estos encuentros en Delegación, donde participan la misma Administración General del Estado, además de los empresarios y los sindicatos, siempre ha existido una queja por parte del Gobierno autonómico sobre que faltaba un elemento esencial como era la administración autonómica. Ahora que se ha producido la invitación se ha aceptado la misma.
A lo largo de este último mes han celebrado varias reuniones donde se abordaron temas concretos como el fomento de la construcción o del turismo en nuestra ciudad como puntos de partida importantes para el cambio económico en nuestra ciudad.
Por otro lado y en relación con la mesa técnica que existe en la Ciudad Autónoma, como ya ha publicado este periódico, por parte del Gobierno autonómico no se ha aceptado la oferta de los sindicatos de crear una mesa política y otra económica. Se ha continuado con los trabajos y por parte del coordinador Carlos Rontomé se envió a todos los participantes una petición para que fueran presentando sus alegaciones.
El objetivo de la presentación de esas alegaciones es para la redacción de un documento definitivo que pase luego a una comisión plenaria y con posterioridad su discusión y aprobación en un pleno extraordinario.
Otra versión del origen de la expresión la encontramos en los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós y concretamente en ‘El Grande Oriente’ (1876) de la segunda serie, en el que la atribuye a un cambio de ministros que realizó Fernando VII y esa fue la frase que se dijo por parte de los cortesanos:
(…) Era natural que el nuevo Gabinete no gustase a nadie. Los tibios le tenían por exaltado, y los exaltados por tibio. Procedente, como el anterior, de la mayoría, el Gabinete Valdemoro-Feliú, representaba las mismas ideas, la propia indecisión idéntica dependencia de manejos secretos; representaba también la debilidad frente a los alborotadores, las pedradas al coche del Rey, la tolerancia de las grandes conspiraciones y la persecución sañuda de las pequeñas. De entonces data, si no estamos equivocados, la célebre frase de los mismos perros con distintos collares. (…)