Mientras los demás hablan de subvenciones, ayudas y viviendas (gratis, supongo), Ciudadanos nos salen con ese rollo de la Unión Aduanera. ¿Qué c*** me importa a mí eso?
Pues verás: te debería importar porque Ceuta se ahoga y con ella te ahogas tú. A no ser que seas empleado público, del Estado o del Ayuntamiento. Pero, incluso en este último caso, si esta situación se prolonga en el tiempo, también terminarás ahogado. Estamos hablando de futuro.
Cuando España entró en el Mercado común, Ceuta optó por quedarse fuera. Se prefirió una barrera fiscal en el Estrecho y mantener un régimen de buena vecindad con Marruecos: una frontera abierta a las personas (excepción de visado) y a las mercancías. El río de importaciones que entraban en Ceuta salía hacia la Península aplicando fundamentalmente el régimen aduanero de viajeros y hacia el sur mediante lo que se llamó “comercio atípico”.
Cuarenta años con este modelo hicieron desaparecer nuestra capacidad productiva y nos convirtieron en una ciudad comercial y de servicios. Lo que aquí se producía, desapareció, pero nos iba bien: venía gente a instalarse en nuestra Ciudad, se montaban negocios y había trabajo. De esto no hace tanto. Pero ahora este modelo está muerto y nos arrastra.
Padecemos los inconvenientes de la frontera fiscal que nos separa de ese mercado común europeo en el que todo circulan prácticamente sin limitaciones: el engorro de recibir o enviar un simple paquete puede hacernos comprender por lo que pasa una empresa que quiera enviar/recibir mercancía a la Península. Las ventajas fiscales de Ceuta quedan en nada ante las trabas aduanera. Y lo pagamos en términos de empleo.
Por otra parte, la frontera sur, desde hace al menos tres años, está absolutamente en manos de Marruecos. Su valor económico actual es prácticamente nulo. Durante tanto tiempo se insistió en que fuera una “frontera de pueblo” que ni España ni la Unión Europea, de momento, han conseguido hacerse respetar por un Marruecos que incluso niega al Tarajal condición de frontera.
Ante este bloqueo y la entrada masiva en mayo de 2021 (¡qué mejor puesta de manifiesto de que no controlamos esta frontera!), eurodiputados de Ciudadanos, Jordi Cañas especialmente, (dónde estaban los socialistas, los del Partido Popular o los de Vox) desarrollaron en el seno del Parlamento Europeo una ofensiva para denunciar la actitud del país vecino y considerar la viabilidad de la incorporación plena de Ceuta y Melilla a la Unión Aduanera. En mayo de 2022, Juan Vivas acudió a Bruselas, junto con el Presidente de Melilla, a la presentación del informe elaborado por Ciudadanos: “Ceuta y Melilla: Más España, más Europa”. Se abría un camino que aseguraba nuestro futuro y, además, parecía que estábamos dispuestos a recorrerlo. Pero…
Ese septiembre, sorpresivamente, de la mano de Pedro Sánchez y de Marruecos, se anuncia una Aduana comercial. El anuncio levanta enormes expectativas. Parecía que se podía recuperar el pasado y, con él, el futuro. Y nos volvimos a olvidar de Europa.
Desgraciadamente. El interés de España no ha evitado que todos los plazos se hayan incumplido. Han pasado meses y la Aduana comercial, que ya venía con restricciones impuestas, sigue sin estar operativa. ¿No estaremos ante la reacción del vecino a la nueva sensibilidad del Parlamento europeo en favor de Ceuta y Melilla? Marruecos nunca ha sido partidario de medidas que nos acerquen a Europa. Ser más Europa nos hace más España. Al toro se le distrae con un “engaño” y a Ceuta se le está distrayendo de lo que debe de ser su prioridad.
El país vecino (que tiene lo que quería: el apoyo de Sánchez a sus pretensiones en el Sáhara) no sólo no necesita esa Aduana: de hecho, toda su estrategia del último lustro en la zona apunta en sentido contrario. Sus intenciones reales se perciben cada día en las trabas que pone para atravesar esa frontera en una y otra dirección, en coche o a pie, a nuestros nacionales y a los suyos. ¿De verdad creen que va a abrir ese paso comercial por su propia voluntad? A todo esto, junten la reputación de hombre veraz y de principios que tiene Pedro Sánchez.
Melilla ha seguido otro camino. Hace unos días abrió una delegación en Bruselas. A expensas del próximo Gobierno, todo parece indicar que siguen manteniendo su incorporación a la Unión Aduanera como una prioridad. Estamos ante la más importante decisión a tomar en los próximos cuatro años. Independientemente de lo que termine haciendo Marruecos, que si es positivo, bienvenido sea.
Puede que no me vayas a votar por esto, pero si aquellos a los que piensas votar no te lo cuentan… te lo cuento yo.
PERO DE VERDAD QUE USTEDES PENSAIS QUE VA A VER UNA ADUANA EN CEUTA?