Parece increíble pero en cierto modo así pasó. Fue el lunes del inicio de la Semana Santa. La piadosa gente que se había congregado se encontraba esperando su salida de la Casa de Hermandad.
Cuando se abrieron las puertas se inició su camino procesional. Ocupando los devotos que tenían hecha una promesa al Cristo su lugar detrás de él.
Llegada su primera parada en los jardines de la Argentina, y cuando más felices estaban todos los penitentes que lo acompañaban, llegó un Hermano de la Cofradía y colocó una banda de música delante de los penitentes, evitando que estos pudieran procesionar detrás del Cristo. De esta forma nos robaron a nuestro Cristo del Medinaceli, nuestras promesas y las ganas de participar con la Cofradía en próximas procesiones.
Al principio nos quedamos perplejos, no podíamos asimilar por qué ese desprecio hacia los devotos que así, solamente y siempre, cumplían sus promesas y su cariño al Cristo. Pasados los momentos de estupor, enfado, etc. de los penitentes, consideré lo que podía ser una muestra de desprecio por parte de la Cofradía hacia los penitentes que acompañan el paso del Cristo de Medinaceli. Pero más tarde recordé que Dios nos da los palos donde más nos duele y si esta ha sido una prueba suya la tengo que admitir con la mano en el corazón y la cabeza baja.
El Hermano Mayor de la Cofradía D. Juan José Carnero Vigara, en el Boletín n° 25, ‘Cuaresma 2023’, saluda a todos los Hermanos y nos dice textualmente “que tiene como objetivo la recuperación del Patrimonio Humano”. Por ello le felicito, pero me pregunto: ¿Cómo lo va a conseguir si al grupo de penitentes que todos los años van escoltando con sus lágrimas, ojos vendados, descalzos, etc., al paso de Cristo de Medinaceli los mandan a la cola, lo más lejos posible en la primera parada que se hizo, colocándoles delante la Banda Música que acompaña al paso?
Le ruego al Hermano Mayor que no nos robe de nuevo a Jesús de Medinaceli y me perdone si le he molestado.
Este es el motivo de discusiones que siempre ocurre detrás de los pasos.
Para mi modesta opinión no lleva usted razón.
Que se pueda disfrutar de escuchar la música pegada a la trasera del paso y que quien tenga promesa de acompañar a cualquier Imagen son cosas que no son incompatibles. Hay sitio para todos.
El Señor en este caso le agradecerá su presencia donde esté usted ubicado y pensemos en el beneficio para el andar del paso cuando se escuche la música con mayor volumen.
Amigo Francisco Javier. Nosotros les importamos nada a la junta de gobierno de la cofradía. En el mismo traslado se vio. Al llegar al cuartel de regulares se meten todas las autoridades civiles eclesiástica y militar . Para liberar al preso. Y afuera el pueblo. Esperando que terminara el acto. Gente descalza. Gente mareada. Gente mayor. El resultado cada vez menos gente. El año próximo habrá uno menos que soy yo