La Sociedad de Estudios Ornitológicos de Ceuta ha vuelto a visitar el mirador de Isabel II en la mañana de este domingo con el propósito de abastecer de agua a los alcornoques sembrados en meses anteriores mediante un ‘riego colectivo’ o ‘regada colectiva’.
El presidente del grupo, Joaquín López, ha explicado que la actividad es una labor de concienciación y una acción positiva para el medio ambiente. “Con esta regada colectiva hemos querido mentalizar de que entre todos podemos cuidar a los arbolitos que plantamos hace unos meses”.
Aunque la organización de esta actividad ha corrido por cuenta de la sociedad, también han participado personas de distintos ámbitos como la plataforma Daubma, así como un grupo de menores de Engloba, junto a su educadora social y otros voluntarios por cuenta propia.
El voluntario Fali Vilchez ha sorprendido al grupo con su colaboración de dos bidones de agua cuyo contenido era de 70 litros, un gesto que ha permitido ampliar la zona de riego y aumentar la cantidad de agua por árbol.
En cuanto a la participación, López ha comunicado que en invierno suele ser mayor. “En la Bellotada superamos las doscientas personas y la última vez que vinimos a regar llegamos a cien. Hoy somos veinte”.
El presidente ha querido enviar un mensaje a la ciudadanía. “Queremos insistir en que todos los interesados que ya han colaborado y los que no lo hayan hecho, pueden venir por voluntad a propia a regar, ya que si todos lo hacemos durarán más”.
El plan de riego desde diciembre se ha basado en la iniciativa individual. Pero este domingo se han dividido en grupos o parejas para buscar los pequeños alcornoques y proceder al riego sobre el círculo del alcorque. Además, han estado equipados con las herramientas necesarias para restaurar los de aquellos árboles que lo tenían deteriorado.
Julio Pérez, técnico forestal, ha recordado que “hay que venir una vez cada quince días a echarle un poquito de agua con el objetivo de que aguante la humedad y sobrevivan al verano hasta que lleguen las lluvias de noviembre o diciembre”.
El alcornoque es un árbol con una difícil absorción del agua, por lo que su riego debe ser regular si se quiere velar por su vida. Desde el grupo realizan una gran labor de concienciación y un acto muy gratificante para el medio ambiente. Esta iniciativa de voluntariado incentiva a la ciudadanía a que apadrine un árbol, acción que los anima a mantenerlos por voluntad propia, asegurando así su cuidado.