Cientos de vecinos de Ceuta han aguardado a la Patrona a la salida del Santuario de Nuestra Señora de África. Tras la misa que se inició a las 20.00 horas, diez hombros a cada lado iniciaron la marcha. La comitiva fue encabezada por los feligreses más pequeños, seguida por los miembros de la Asociación Hijos de Nuestra Señora del Carmen. Tras ellos, las máximas autoridades eclesiásticas, militares y del Gobierno seguidos por la Guardia del Mar, custodiando a la Virgen del Carmen a su paso por el Paseo de las Palmeras.
La ilusión ceutí sobre una barca repleta de flores avanzaba entre cánticos, besos, selfies y miradas de pura devoción por la que es la Reina de los Mares. “¡Guapa, guapa y guapa!”, “¡Viva la Patrona de los Marineros!”, fueron los vítores que la embarcación recibía a su paso al ritmo que la banda musical marcaba.
A la salida del mercado, una lluvia de pétalos engalanó la embarcación inundando a la comitiva de devoción por su patrona. Recorrió unos pasos más antes de llegar a la arena de la playa de la Ribera. Había llegado el momento. La gente se acumulaba en la orilla para participar en la sentida oración por los difuntos que dio el vicario de la ciudad, Francisco Jesús Fernández Alcedo.
La sorpresa
El tradicional ‘Salve’ sonaba a cada paso que se aproximaba a la orilla. Un giro antes de continuar y caminando hacia atrás, los veinte encargados de portar a la virgen se introdujeron en el mar para que la Virgen del Carmen bendijera las aguas. Este siempre es el momento de mayor seguimiento, decenas de flashes la apuntaban y más de quinientas personas observaban tanto en la playa como desde el paseo.
A la salida, más pétalos y un homenaje de los más especial a la Virgen: un baile protagonizado por Mari Afri Lirio que cautivó la atención de los que daban por finalizada la jornada. Esta era la sorpresa que anunció Julia Regén, presidenta de la asociación organizadora y que sorprendió a los devotos que presenciaron la actuación. La innovación de este año endulzó el momento al moverse también la imagen al mismo ritmo que la bailarina.
Empapados y emocionados, los porteadores iniciaron la vuelta hacia la iglesia entre agradecimientos de los ceutíes, que no se perdieron los momentos más conmovedores de la procesión de la Virgen del Carmen.