La cantante israelí, una de las más prestigiosas de su país, regresa a la ciudad para compartir escenario con Pasión Vega en ‘Mediterráneas’
Artista admirada y respetada por igual en medio planeta, la cantante y compositora israelí Noa regresa hasta noche junto a Pasión Vega. Es la más popular y prestigiosa de las cantantes israelíes gracias a una sólida carrera que abarca más de 25 años. Este verano ha decidido pasar las vacaciones en España y en compañía de Pasión Vega, con la que comparte la gira ‘Mediterráneas’, y “muchas cosas más. Somos pasionales y tenemos una presencia escénica muy intensa”, asegura.
Con un espectáculo que iniciaron en su tierra natal y al que ahora le están dando continuidad por la geografía española, ‘Mediterráneas’ no solo es música, es una reivindicación a todos los sucesos que en los últimos tiempos acontecen en un mar cuna de la civilización occidental. Pero no solo eso, le cantan a ese mar por el que las dos artistas están unidas a través de un repertorio con una relación muy directa con el mismo. Muy diferentes y muy similares, sus letras, su instrumentación y sus sonidos serán el reflejo de ello. Con las entradas prácticamente agotadas, a orillas del Mediterráneo, en el Patio de Armas de las Murallas Reales, estas dos artistas presentarán a las 22.30 horas su espectáculo ante el público ceutí.
–¿Cómo definiría ‘Mediterráneas’?
–Es como un encuentro entre dos mujeres de partes opuestas del Mediterráneo, con distintos puntos de vista, personalidades y fondos. Dos mujeres con un espíritu y pasión similares, sobretodo, por nuestro amor por la música.
–¿Cómo es compartir escenario con Pasión Vega?
–Hay algo en su manera de expresarse, en el hermoso sonido de su voz, que enseguida me tocó el corazón. Estoy orgullosa de compartir el escenario con una gran intérprete, su voz y su presencia son magnéticos, estoy aprendiendo mucho pero, sobre todo, me siento muy afortunada de poder formar parte de esta aventura. Porque tenemos mucho en común, pero también somos diferentes de muchas maneras, y creo que esa es la esencia del espectáculo.
–Ha declarado que sus dotes interpretativas surgieron realizando el servicio militar. Es curioso que ocurra esto en un ambiente tan duro y hostil…
–Soy más compositora que cantante. Empecé escribiendo poesía cuando era una niña, y más tarde la añadí las letras a las melodías. Aunque mis habilidades como intérprete se fueron desarrollando más tarde. Mi puesto como cantante en el servicio militar me dio la oportunidad de poner a prueba mis habilidades en circunstancias muy complicadas. Fue un gran reto que me ayudo a afianzar mi carrera musical.
–Es mundialmente conocida además de por su música por ejercer, a través de ella, como embajadora por la paz de judíos y palestinos. ¿Cree que es posible llegar a ello a través de la música y no de la política?
–La música es una manera maravillosa para unir a las personas, nos conecta hasta nuestras emociones más esenciales como la alegría, el dolor, la pasión y la emoción. También es algo muy físico, es como sentir el latido del corazón, el fluir de la sangre, los ciclos de la respiración o el experimentar nuestro propio crecimiento como persona. Pero creo que en este aspecto la música no es la solución rotunda al problema, es un ingrediente más de la fórmula para llegar a ella. Considero que la política es esencial, al igual que la diplomacia y la educación juegan un papel decisivo para alcanzar el objetivo marcado. La música es parte del movimiento, pero el corazón, los ojos y la mente de la sociedad son los precursores de la revolución.
–Ha sido brutalmente criticada por los sectores radicales de su país por los que, incluso, ha llegado a ser agredida. ¿Cómo define la situación actual de Israel?
–Israel está viviendo una época oscura, pero desafortunadamente no estamos solos, el poder cada vez lo ostentan personas más malvadas que están llenando el mundo de oscuridad. Así que estos son tiempos de activismo, son tiempos para que cualquier ciudad sana y moderada del mundo, preocupada por el futuro de sus hijos sea parte activa del movimiento por la paz.
–¿Y de Palestina?
– Rezo para ver el día en que la independencia esté establecida en Palestina y, que junto a Israel, conformen dos estados vecinos que puedan colaborar y protegerse entre ellos, establecer acuerdos comerciales, culturales, de seguridad y, sobre todo, que los ciudadanos puedan compartir su vida, ¿Es posible? Creo que si, en el pasado escribí un plan muy simple: reconocerse, disculparse y compartir.
–Regresa a Ceuta después de muchos años desde su primer concierto. ¿Qué espera encontrarse y llevarse?
–Estoy encantada de volver y poder ofrecer un espectáculo simbólico. Que el público se divierta, que navegue con nosotras por el mediterráneo, pero también que reflexionen con las letras y sean más conscientes de la realidad que narramos. Y en cuanto a llevarme, deseo crear una gran conexión con el público de la que extraer grandes experiencias humanas.