Se llama Nordin Benallal. Es uno de los tres prisioneros que se escaparon en el año 2014 de una cárcel de Brujas (Bélgica) con la ayuda de un compinche que lo trasladó en un helicóptero robado en una de las fugas más mediáticas y profesionales que se han conocido.
Pero es también uno de los tres sicarios detenidos por la Policía Nacional en las inmediaciones del edificio El Regajo, en la barriada de
Benítez, en la noche del pasado viernes. Tan famosa fue su fuga que su hazaña queda recogida en múltiples informaciones de la época e incluso tiene una entrada en Wikipedia. Desde este mismo lunes permanece en prisión provisional a la espera de juicio, acusado de un rosario de delitos que comprenden desde un intento de secuestro hasta atentado contra la Policía Nacional y lesiones varias. El titular del Juzgado de Instrucción número 5 ordenó su entrada en la cárcel de Mendizábal. Esto de los secuestros no es ajeno al perfil que presenta Benallal. Como tampoco lo son las escapadas ya que a Nordin Benallal se le ha bautizado como el ‘rey de las fugas’. En octubre de 2007 escapó de la prisión Ittre en el sur de Bruselas con un método similar, aunque el helicóptero fue inmediatamente tomado por otros prisioneros y se estrelló. Benallal y sus cómplices, que iban armados, tomaron como rehenes a dos gendarmes y huyeron en un vehículo aparcado en las inmediaciones de la cárcel. Tres días después Benallal fue detenido en Holanda cuando intentaba cometer otro atraco a mano armada en La Haya. Pretendía escapar en una motocicleta pero no pudo. El acusado de coparticipar junto a otros dos sicarios en el secuestro de un vecino de Ceuta es de origen marroquí y en 2004 fue condenado a 27 años de prisión por varios robos, logrando escapar del penal ese octubre de 2007 en helicóptero. Pero su historia no termina ahí: en 2004 consta una tercera fuga, en el mes de agosto. Tras ser descubierto por la
Policía abrió fuego contra ellos llegando a herir a dos oficiales. En su historial delincuencial está etiquetado como uno de los criminales más buscados además de ser uno de los más peligrosos de Bélgica. Tiene causas en este país, pero se encontraba en España cuando le encomendaron el trabajo de desembarcar en Ceuta para, junto a otros dos sicarios, cometer el secuestro que fue abortado por la rápida intervención de una unidad de la UPR cuyos agentes se jugaron la vida, en un suceso en el que también intervinieron más unidades de Seguridad Ciudadana. Y lo hicieron porque uno de los tres arrestados disparó contra ellos además de que existió un forcejeo cuando se pretendía arrebatar el arma a un policía llegando a girarla para encañonarle directamente sin éxito. Ahora, Ceuta y Bélgica estrechan sus lazos aunque sea en el ámbito delincuencial. Y no es para menos. El revuelo organizado en nuestra ciudad ha llegado a los medios de comunicación belgas que se han hecho eco de las informaciones de El Faro de Ceuta así como de los documentos gráficos que contienen no solo el intento de secuestro
sino el traslado al juzgado que fueron conseguidos por FaroTV.