Tal como explica minuciosamente la Wikipedia, la voz ‘africanista’ puede tener un triple significado al mismo tiempo. Por un lado, a los españoles que tenían el convencimiento de que España debía estar presente en el reparto de África entre las potencias europeas. En segundo lugar, ‘africanistas’ fueron los militares que realizaron parte de su carrera en el ejército colonial desplegado en Marruecos durante la época del Protectorado Español. Por último, según desarrolla el diccionario de la Real Academia Española, ‘africanista’ es la “persona que se dedica al estudio y fomento de los asuntos concernientes a África”. Según Federico Martín de la Escalera Cutillas, investigador universitario, la Revista de Tropas Coloniales ha recogido este sentir a lo largo de su existencia.
Fundada el 4 de noviembre de 1923, el número uno de la publicación vio la luz el primero de enero de 1924. Entre el grupo de fundadores y redactores se encontraba su abuelo, Antonio Martín de la Escalera, persona destacada de la vida cultural, social y política de Ceuta durante la primera mitad del siglo XX. El actual consejero de Educación y Cultura, Carlos Rontomé, describió en un artículo académico a este miembro fundacional de la publicación como “el verdadero impulsor de su nacimiento y de su mantenimiento, cuando dejó de ser tan ‘necesaria’ tras la pacificación en 1927 o tras el cambio de régimen político y la llegada de la Segunda República”.
El nieto de Antonio Martín de la Escalera, Federico, centró su conferencia en hablar sobre la relevancia de la publicación entre quienes deseaban construir una imagen adecuada sobre España en África. Podría decirse que está fue la segunda etapa de la revista, donde el carácter militar de la misma dejó paso a los estudios de antropológicos, geográficos y culturales. “La grandeza de esta revista es que fue fundada en Ceuta y que sirvió avivar la cultura de la ciudad”, contó el conferenciante.
Si bien la investigadora Rocío Velasco de Castro, en su artículo académico ‘De periodistas improvisados a golpistas consumados: el ideario militar africanista de la Revista de Tropas Coloniales (1924-1936)’ desliza la hipótesis de que la publicación era un instrumento ideológico militar, Martín de la Escalera se ha posicionado en considerar un “error” reducir la publicación a una etapa inicial de su existencia como revista.
En este sentido, Rontomé recoge en su artículo que “bajo el subtítulo de Propagadora de los estudios hispano-africanos constituye el órgano de expresión de los militares africanistas que temen un cambio en la política sobre el Protectorado tras el triunfo del golpe de Estado de Primo de Rivera”. No por ello, la revista no intentaría mantener un nivel abierto y plural en sus contenidos. En ella tuvieron cabida otras ideologías, “hasta el punto de considerar impropia y anacrónica”, relata Rontomé, considerar que la Revista de Tropas Coloniales fue un germen del franquismo.
Federico Martín de la Escalera destacó en su conferencia el carácter cultural que adquirió la revista a lo largo de los años, dando cabida a artistas y fotógrafos como Bertuchi o Bartolomé Ros, y a estudiosos de diferentes materias, como médicos, ingenieros o juristas que deseaban exponer sus inquietudes acerca de la presencia de España en África y sus posiciones sobre el Protectorado.
El conferenciante no ha perdido la oportunidad para señalar la importancia de esta publicación durante los años convulsos de finales de la Restauración, la dictadura de Primo de Rivera y la II República, así como la relevancia ceutí en este contexto.
Franco y Queipo de Llano, en los inicios de la publicación
La Revista de Tropas Coloniales fue impulsada, inicialmente, por los militares Gonzalo Queipo de Llano y Francisco Franco. Siendo el primero de ellos segundo comandante general de Ceuta, se puso al gallego al frente de la publicación, “de manera testimonial”, según relató el conferenciante. “A Queipo de Llano siempre le interesó todo lo relacionada con la oficina de información”, señalaba Martín de la Escalera, mientras que destacaba que el hecho de poner a Franco, testimonialmente, al frente de la publicación fue debido a su destacada carrera militar. Pronto, la revista abandonaría su marcado carácter militar para centrarse en asuntos más relacionados con los asuntos africanistas españoles.