El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, terminó sacando ayer las uñas en el Pleno de la Asamblea cuando en una de las interpelaciones de Caballas, defendida por Juan Luis Aróstegui, éste llamó “traidores” a los miembros de la bancada popular. Vivas le recriminó sus palabras en una de las pocas ocasiones en las que el mandatario autonómico se ha enfadado verdaderamente. Incluso llegó a asegurar que la intención del portavoz de la oposición era “reventar el Pleno” y casi hasta así lo parecía, pues no es la primera vez que en el seno de la Asamblea se vive una salida de tono por parte del mismo miembro de la bancada de la oposición. Y es que, en el momento en el que se pierden las formas en el órgano de representación del pueblo ceutí y, concretamente, uno de sus representantes pierde las formas, no cabe debate en estos términos. Por esa razón, Vivas se negó a responder a la interpelación propuesta por Caballas ayer. El respeto al contrincante político no es una cuestión baladí, es respetar a quien se representa, a los ceutíes. Además, la defensa de la españolidad de Ceuta no es algo exclusivo del Partido Popular de Ceuta, lo hacen los ceutíes cada día trabajando por su ciudad. Por eso, cuando se llama “traidores” a los miembros del PP también lo traslada a los ceutíes a los que representa no sólo el PP sino también la propia Coalición Caballas y el resto de los partidos con escaño en la Asamblea.