El hecho de que Ceuta no tenga transferidas las competencias en materia de sanidad y dependa de manera exclusiva del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social está pasando factura a nuestra ciudad, sobre todo en este clima de inestabilidad política, con un Gobierno en funciones desde el pasado mes de mayo. La repetición de las elecciones y el hecho de que no se haya conformado ya un Ejecutivo estatal está prolongando más la paralización a la hora de resolver los problemas acuciantes de la sanidad ceutí.
La semana pasada visitó la ciudad el director general del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Alfonso Jiménez Palacios, sólo vino a confirmar a las centrales sindicales que poco se va a hacer en la ciudad hasta que haya un Gobierno estable. Lo que se catalogó como “una visita de cortesía” para dar la bienvenida a la nueva junta de personal que resultó de las pasadas elecciones sindicales, poco resolvió a las solicitudes que siguen pendientes y que son de vital necesidad para la sanidad en Ceuta.
Aunque Jiménez Palacios reiteró su intención de crear un grupo de trabajo específico para que la bolsa de trabajo, que debía haberse abierto por ley en febrero de 2019, se pueda aperturar en febrero de 2020, aún no se cuenta ni con el personal ni con la plataforma telemática necesaria para gestionar una bolsa que no se abre desde 2014 y que supondría la baremación de cientos de profesionales.
Los sindicatos como CCOO no desaprovecharon la oportunidad de su visita para recordarle la necesidad de aumentar la plantilla orgánica, ya que pese a que se cubran las vacantes con un Oferta Pública de Empleo, seguiría sin cubrirse esta plantilla necesaria para dar asistencia a toda la población sanitaria y la flotante que se da en Ceuta a causa de ser una ciudad fronteriza.
La respuesta de Jiménez Palacios fue la misma: que sin Gobierno y sin presupuestos, no se puede abrir una oferta pública de empleo. Una respuesta nada halagüeña para los agentes sociales, ya que se va a terminar el año sin la apertura de ninguna OPE nueva, sólo con la culminación de la OPE de 2016, pese a que a principios de este 2019 llegaran a prometerse hasta cuatro convocatorias de OPE, de las cuales ninguna se ha llevado a cabo.
Ni OPE ni bolsa de trabajo, esa es la conclusión de un año en el que el Ingesa en Ceuta dice haber trabajado para mejorar la herencia de la gestión anterior y en el que se ha logrado reducir las listas de espera gracias a tres planes de choque, la única inversión de importancia que se ha hecho en Ceuta en el último año. La nueva junta de personal espera que con el nuevo año también llegue, por fin, el nuevo Gobierno y se logre desbloquear esta situación que empieza a rozar lo preocupante.
La sobrecarga de trabajo en Atención Primaria
No lo denuncia un sindicato, sino que se puede extraer de los datos del mismo Ministerio de Sanidad que los médicos de familia de Ceuta son los que más pacientes atienden en toda España, muy por encima de la media nacional.
Mientras que un médico de familia en cualquier otro sistema de salud en España atiende a una media de 1.359 tarjetas sanitarias, esa cifra en Ceuta se multiplica hasta las 1.724, cuando la normativa sanitaria no permite que cada médico tenga más de 1.500 pacientes asignados. Se trata de unas cifras que se replican también en Pediatría.