La liberación en aguas de Ceuta de un tiburón ballena, el pez más grande del mundo, supone un hecho inédito del que el Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos (Cecam) ha sido testigo y partícipe, como ha relatado su presidente, Juan Carlos Rivas.
Según han trasladado a la asociación desde el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, "no había constancia de un avistamiento del tiburón ballena en el Mediterráneo". Hasta ahora.
Los buzos de la almadraba, cuando realizaban sus labores de reconocimiento, avisaron al Cecam de que habían observado un ejemplar muy grande que resultó ser un tiburón ballena.
Los miembros de la asociación pensaron en un primero momento que podía tratarse de un tiburón peregrino, más habituales en aguas de la zona, pero cuál fue su sorpresa al encontrarse con que se trataba de que era un tiburón ballena: el pez más grande del mundo.
El Cecam procedió a su liberación en barco junto el capitán de la almadraba. “Lo primero que hicimos fue tapar la boca del cuadrillo para que no entrara por ahí y se procedió a levantarse la faja del cuadrillo como si fuese un telón de teatro, del fondo hacia arriba, y una vez que se levantó el animal salió. Fue un esfuerzo, porque estuvimos casi cuatro o cinco horas, pero mereció la pena”, ha explicado Rivas.
El presidente del Cecam también destaca la oportunidad de bucear con ese pez ya que el propio Rivas lo ha visto con anterioridad pero en Maldivas o baja California, donde se paga para verlo. “Pero en el Mediterráneo es la primera vez que se ve un pez de esta clase, el tiburón ballena”, resalta.
"Era impresionante, increíble, una experiencia única"
El ejemplar liberado por Cecam tiene entre 10 y 12 metros, aunque pueden medir como máximo hasta 14. “Pero era impresionante, increíble, una experiencia única”, valora Rivas.
Estos peces navegan por superficie porque se alimentan de plancton, no conlleva peligro alguno para el ser humano. Son filtradores, es decir, abren la boca y entran esos microorganismos microscópicos y también pequeños peces o crustáceos.
Su avistamiento es fácil ya que se encuentran a metro y medio o dos metros de superficie cuando van a comer. “Por eso es muy raro que no se hubiese visto antes si fuera frecuente, pero es que es la primera vez. Según he hablado con el Ministerio, no había constancia de un avistamiento del tiburón ballena en el Mediterráneo”, concluye el presidente del Cecam.
Maravillosas imágenes y maravillosa labor.
Enhorabuena !!!
Espectacular