Agentes del Servicio Marítimo de la
Guardia Civil de Ceuta han rescatado en la tarde de este lunes a un inmigrante marroquí, originario de Chauen, después de vivirse momentos angustiosos en los que el joven intentaba bordear el espigón del Tarajal.
El temporal no se lo ha puesto fácil, registrándose escenas de marcado riesgo. Esta intervención se sumaba a las llevadas a cabo durante la tarde, que han provocado actuaciones tanto de la Benemérita como de la gendarmería marroquí. Y es que a primera hora, el Instituto Armado rescataba a un joven tras superar a nado el espigón, mientras que Marruecos hacía lo propio con otros tres. Así hasta llegar a esta historia que ha terminado con el mejor de los resultados: con este marroquí llamado Yassin, sano y salvo trasladado al puerto deportivo antes de hacerse cargo del mismo la Cruz Roja.
Enfundado en un traje de neopreno ha sido, sin pensarlo, protagonista de un pase arriesgado en el que el temporal se empeñaba en arrastrarlo. Las brazadas más complicadas se producían en el lado marroquí, hasta que el propio movimiento del mar lo llevaba al lado español. Y todo ello siempre acompañado de una pelota. No se separaba de ella. Tanto que ha habido un momento en el que la Guardia Civil le arrojó el flotador para que se mantuviera a flote y, al perder su pelota en el mar, se soltó del salvavidas con tal de recuperarla. Y así, ya con el balón, fue izado a la embarcación del Servicio Marítimo, cuyos agentes lo evacuaron con rapidez a la base para evitar que se viera afectado aún más por la hipotermia. El joven y, por supuesto, su pelota están a salvo. Y hoy constituyen una de las historias con el final esperado que se suceden en esta
frontera sur que ha sido testigo de tantas desgracias en forma de muertes o desapariciones. Cada rescatado tiene su propia historia, su propia trayectoria. Ahora deberá pasar la cuarentena establecida en la nave del Tarajal, tras un rescate complicado pero posible.