Una balsa neumática con 15 subsaharianos se encontraba semihundida en el entorno de las Tres Piedras de Benzú cuando fue interceptada por una semirrígida de la Guardia Civil y la salvamar El Punta de Salvamento Marítimo. El drama de la inmigración se escribía ayer con sus letras más duras encarnadas en los rostros de esos 15 subsaharianos que se refugiaron en Ceuta de una muerte segura en las aguas del Estrecho. Este grupo a la deriva sobre una balsa neumática fue interceptada sobre las 9.15 horas a una media milla al norte de la ensenada de Benzú.
Un fallo registrado en la semirrígida que ocupaban y la posterior caída del motor al agua por el efecto de un golpe de mar, según explicaron, les abandonó a la merced del fuerte oleaje que les obligó a acercarse hasta la costa, en el entorno de las Tres Piedras de Benzú, donde fueron detectados por la Benemérita a través de sus cámaras térmicas además de ser avistados por el Servicio Marítimo. A medida que los efectivos se aproximaban al punto en el que estaban los subsaharianos, comenzaron a oír los gritos de desesperación de los inmigrantes solicitando auxilio ya que la balsa se encontraba semihundida, indicó la Guardia Civil.
Los agentes desarrollaron la operación de rescate en colaboración con Salvamento Marítimo, en concreto a la salvamar El Puntal, debido al fuerte oleaje motivado por el levante fuerza 8 que ayer se registraba en la costa y que convertía las labores en algo imposible, informó Salvamento Marítimo. La Benemérita se encargó del traslado del grupo en una de las semirrígidas del Instituto Armado hasta sus instalaciones del Puerto Deportivo por el mal estado del mar y porque las características de este tipo de embarcaciones facilitan las maniobras cuando confluyen estas condiciones meteorológicas.
El Puntal, embarcación que transportó la zodiac a tierra, se encargó también de ejercer de escolta de la unidad de la Benemérita para así garantizar la seguridad de la tripulación. Normalmente, explicaron desde Salvamento Marítimo, la Guardia Civil entrega a los inmigrantes a la salvamar porque este tipo de barco proporciona mayor seguridad para la evacuación. Sin embargo, la mar de dos metros suponía un riesgo para la operación y El Puntal se limitó a abrir el camino a la semirrígida de la Benemérita.
La pérdida de uno de los motores de la lancha fue, sin duda, el salvavidas para estos 15 inmigrantes que habían pretendido alcanzar las costas peninsulares después de iniciar la travesía desde un punto de la costa marroquí sin determinar. Y así fue porque, de haber emprendido la ruta sin refugiarse en zona ceutí, habrían encontrado una muerte segura. Así al menos lo sospechaban los agentes del Instituto Armado que intervinieron en su rescate.
¿Quiénes instan a estas personas, procedentes en la mayoría de los casos de puntos del África negra que carecen de costa, a lanzarse a tan brava mar? Las propias mafias, sin lugar a dudas. Esas sobre las que la Policía Nacional, a través de sus unidades de la UCRIF y Extranjería, tiende sus investigaciones. Son estos grupos organizados los que aleccionan a los subsaharianos a echarse al mar con fenómenos adversos indicándoles que así les será más fácil llegar a la península al existir menor control en la mar. Una lección falsa que se da la mano con otro dato peligroso. Las mafias ya no destinan a un patrón magrebí, con artes en el manejo de las embarcaciones, para llevarlos a la costa. Uno de los subsaharianos es el que se ve obligado a ejercer de piloto. O lo tomas o lo dejas. Así la inexperiencia mostrada por los inmigrantes en este tipo de travesías hace que buena parte de ellas termine mal. Las duras penas judiciales han servido de lección para que las organizaciones que basan su negocio en el tráfico de personas ideen formas más beneficiosas para ellos pero terriblemente peligrosas para estos africanos sin documentación.
Y ahí no queda todo. Cada inmigrante invierte toda una fortuna en este tipo de travesías. Estima la Policía que cada uno de los 15 subsaharianos rescatado ayer pudo pagar cerca de 2.000 euros por conseguir una plaza en la goma.
Un dinero que incluye la salida, la llegada y el silencio. Ninguno de los 15 hablará con los agentes sobre los contactos hechos con las mafias, garantizando de esta forma un posible segundo intento o la garantía de que sus familias puedan llegar a buen puerto en otra marcha venidera.
Cruz Roja distribuye ropa seca Cruz Roja en la ciudad autónoma, a través de su departamento de Socorros, Emergencias y Salud, y más concretamente de su Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias, ERIE, para inmigrantes llevaron a cabo, en la mañana de ayer, un reparto de ropa, calzado y bebidas calientes a los 15 inmigrantes subsaharianos que llegaron al puerto deportivo alrededor de las 10.30 horas. La entidad humanitaria destacó que los inmigrantes no necesitaron de ayuda sanitaria por lo que las atenciones de Cruz Roja Ceuta se circunscribieron al área social. De este modo, el equipo desplazado hasta la Comisaría de Ceuta distribuyó ropa, calzado y bebidas calientes (café y leche con cacao). Un vehículo de rescate y varios voluntarios intervinieron en el dispositivo desplegado en la mañana de ayer.