El objeto languidece tapado en el Parque de Santa Catalina y la Ciudad dice que “pronto” se instalará
Un objeto de novela y casi de culto, más bien de anticuarios de solera que de mero uso urbano, como es un reloj de sol ecuatorial, en estado de medio abandono. Tal es lo que ocurre en el Parque Periurbano de Santa Catalina ‘Francisco Antonio González Pérez’ en cuyas instalaciones languidece, tapado por plástico negro, el reloj de sol que antaño estuviera en Benítez, lugar desde el que salió ante el descontento de la mayoría de los vecinos, quizá acostumbrados a guiarse por el día según la romántica manera que ofrece el objeto en cuestión.
Sin embargo, la Ciudad niega que haya abandono y asegura que “más pronto que tarde, pues se trata de una obra menor”, el reloj de sol se instalará en el mencionado Parque, si bien no hay aún sitio exacto de ubicación definido dentro del mismo. De hecho, fuentes del Gobierno local señalan, para dar fe de que el asunto está en trámite, que personal de Obimace, en aras de avanzar en la instalación, han solicitado diferentes materiales que servirán para asegurar y engalanar el singular objeto.
Cuando así sea, se habrá contentado a numerosos vecinos quienes, bien pronunciándose a través de las redes sociales, bien en el boca a boca, muestran su descontento e incluso indignación con que el reloj de sol esté ahora mismo a la intemperie y sin utilidad alguna; para acompañar las críticas, hay usuarios que han colgado la foto que corrobora el estado actual del reloj de sol.
Respecto al reloj de sol, es preciso señalar que se trata de un objeto que se compone de un semicírculo que simboliza el ecuador de la Tierra y un hilo de acero central que representa el eje terrestre, que está inclinado de forma que contrarresta la inclinación de la tierra. Así, la sombra de hilo de acero marcará las horas en la parte interior, pues a medida que la Tierra dé vueltas sobre sí misma, la sombra del hilo metálico barrerá la superficie, consiguiéndose de tal modo poco menos que un efecto mágico que, sin embargo, ahora mismo brilla por su ausencia a la espera de una resolución final y lógica.
No obstante, cabe recordar también en descargo de la Ciudad, que el Parque de Santa Catalina está, desde que se abriera a finales de abril pasado, evolucionado constantemente en los diversas parcelas que lo componen, destacando la jardinería, que, poco a poco, va tomando cuerpo.
Por tal motivo, el aspecto actual dista aún del que lucirá finalmente y en este parámetro se encuentra el propio reloj de sol, que, como asegura el Gobierno local, terminará luciendo allí… durante la horas de luz y de una oscuridad diferente a la que acusa durante estos días.