El BOE publicó ayer los currículos de
Religión Islámica para Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato adaptados a la LOMLOE, que han sido redactados durante todo el último curso por un maestro de Ceuta, Abselam Said, miembro de la Comisión Técnica de Educación de la
Comisión Islámica de España (CIE). Docente en el CEIP Ramón y Cajal y el CEE San Antonio, Said ha explicado que se trata de un “documento técnico” en el que “cada palabra debe ser legal, psicológica y, en nuestro caso, islámica, absolutamente respetuosa con la normativa y la jurisprudencia religiosa”.
Según el docente, que lleva 20 años impartiendo Religión Islámica en la ciudad, donde este año se prevé extenderla de los
colegios (con más de 5.000 estudiantes) a tres
institutos, la finalidad de la materia es
“promover la convivencia y la interculturalidad que tanto necesita Ceuta, pero también promover entre los dicentes el respeto a todas las personas y ofrecer unos valores que ayuden a los jóvenes a encontrar una identidad que los aparte de los caminos que llevan a la delincuencia o la violencia”.
Literalmente, la impartición de Religión Islámica entre Infantil y Bachillerato debe perseguir “promover en el alumnado el respeto hacia todas las personas y la no discriminación por motivo alguno, como pudiera ser el lugar de nacimiento, la creencia o religión, diferencias de opinión, discapacidad, edad, enfermedad, el origen racial o étnico, la orientación sexual o identidad de género, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
También “fomentar la interculturalidad, la convivencia positiva y la realización del bien”.
Igualmente debe incidir en “poner en valor el diálogo” y en auspiciar “intercambios interreligiosos entre las distintas confesiones y culturas”, así como interiorizar “los efectos positivos que genera la convivencia intercultural”.
Al terminar Bachillerato el alumnado debe ser capaz de “ejercer de modo universal la moral ejemplificada en el Profeta Muhammad”; “convivir y fomentar la convivencia”; “realizar el bien con autonomía” y “tomar decisiones con madurez”, entre otros propósitos.