Yamal Sadik es la figura que está al frente de la tienda más antigua y la única de la barriada La Reina, en Ceuta. Una tienda que lleva el nombre del lugar al que pertenece ‘La Reina’.
Aunque esta tienda tomó vida en el año 2000 en este barrio, anteriormente Yamal Sadik, junto a su hermano y su padre, ya se dedicaban al bazar que estaba ubicado en la calle Jáudenes.
Fue entonces cuando Yamal Sadik junto a su hermano Said decidieron emprender en esta barriada un cambio radical: de bazar en el centro a supermercado de barrio.
El local fue adquirido a través de subasta por el Ayuntamiento y fue ampliado posteriormente porque “se quedó chico” cuando aún “no había Mercadona, ni Lidl…”.
Según Sadik, ‘La Reina’ fue uno de los primeros supermercados de la barriada. En su comienzo, llegaron a ser 13 empleados los que trabajaban en la tienda, ahora son 6. Este bajón coincidió con la aparición de las grandes superficies, un cáncer para las tiendas de barrio.
El recibimiento en la barriada, como hemos visto, fue muy bueno, “nos fue muy bien aquí”, comenta Sadik, aunque con el tiempo las ventas han disminuido “a la mínima”, tanto por los supermercados como “por el cierre de la frontera”.
Este supermercado se mantiene en parte gracias a la Ciudad, que mostró su apoyo en los momentos más difíciles haciéndose cargo de una deuda en tiempos de COVID para su continuidad.
Esta deuda vino encausada por el cierre de la frontera, un hecho que enfatiza Sadik como negativo para el negocio.
Cuando Sadik aterrizó en La Reina, solamente estaba construido el edificio con el mismo nombre. Sidi Embarek no estaba construido, un barrio para el que esta tienda sirve de suministro al no disponer de ningún negocio en el mismo.
Los hermanos Sadik intentaron comenzar una segunda aventura con supermercados La Reina en la zona centro, pero tuvieron que cerrar por un porcentaje de ventas inferior al 40% en comparación a los supermercados de la zona.
En el supermercado La Reina no se venden bebidas alcohólicas, tampoco productos que no garanticen su procedimiento halal, así como tampoco disponen de carne de cerdo, suponiendo esto la ausencia de embutidos.
Esta situación fue el motivo por el que este supermercado, que se intentó abrir en el centro de la ciudad, no funcionó.
“Tuvimos que traspasarlo, vimos que había negocio en la zona, pero no era el nuestro. Entonces decidimos quedarnos solo con este, aquí en la barriada”, cuenta Sadik.
Desde 2010 Yamal continuó con ‘La Reina’ en solitario, pues su hermano Said decidió iniciar otro negocio distinto en solitario.
Cuando Yamal comenzó ya estaba casado con su mujer Suhad Mohamed y tenían tres hijos, Yasmina, Warda y Hamza que a día de hoy tienen 33, 31 y 28 años respectivamente.
Sus tres hijos forman parte del negocio familiar, aunque debido a una enfermedad grave, el más pequeño tuvo que retirarse un tiempo para sanar.
A pesar de que en los inicios de este negocio el personal llegó a estar formado por 13 personas, las circunstancias fueron cambiando y Sadik tuvo que apoyarse en la familia para sacarlo adelante.
De esta manera, se blindaba un negocio familiar compuesto por Sadik y sus tres hijos. Warda, la mediana, cuenta cómo es trabajar con el cabeza de familia.
“Es una suerte. Tiene una parte buena y otra mala. La buena es que puedo llegar un poquito más tarde a veces y la mala es que supone más responsabilidad cuando él no está. Además, las broncas puntuales son algo más fuertes por la confianza”, dice bromeando.
A pesar de que de vez en cuando a estos hijos de Sadik les cae algún chaparrón que otro, según Warda, la relación laboral con su padre es “muy muy buena”.
A ambas hijas de Sadik les gustaría continuar el negocio familiar de la mano de su hermano, un negocio que continuarían en piña, si no fuera decisión de tres, ‘La Reina’ desaparecería con la jubilación de Yamal Sadik.
Warda lleva en el negocio con su padre desde los 16 años, media vida, un tiempo en el que ha sido testigo de alguna que otra anécdota”.
Una "relación de amistad" con los clientes que acuden a la tienda
La relación con los clientes, según Yamal Sadik, “ya es una relación de amistad, aunque hay de todo como en todos los sitios”.
Esta tienda nunca ha cerrado los domingos, pero desde junio lo tomó por costumbre, una acción que según relata Yamal Sadik, no ha gustado a los clientes.
“Me dicen que el barrio está triste cuando estamos cerrados”, asegura este emprendedor.
Una de sus fieles clientas desde hace más de 20 años, Fatima Zohra Abdeselam, quiso dedicar unas palabras a la familia Sadik por su trabajo en La Reina durante tantos años.
“Son estupendos. Cuando alguien no tiene dinero le permite el fiado y eso ayuda. Una vez cerraron, le dejaron a deber 20.000 euros y ni los han reclamado, ¿quién hace eso?, tienen un gran corazón. Nadie ha venido a pagar”, cuenta Abdeselam.
También narra que Sadik ha ofrecido siempre su mano, por ejemplo, regalando barras de pan a aquellos sin recursos.
En lo más profundo de este rincón de Ceuta, se puede observar un mural que ha sido utilizado por Sadik como libreta. Cuentas fiadas de clientes, números de teléfono o correos electrónicos se pueden visualizar en él, un hecho que solo puede encontrarse en las entrañables paredes de las tiendas de barrio.
En La Reina hemos encontrado un nuevo negocio de Ceuta lleno de historia e historietas y rodeado del inigualable ambiente que ofrecen estos lugares.