Hace unos días ni se le pasaba por la cabeza. Ana Belén García se coronó el sábado como ‘Reina del CAS’; es, además, la primera en conseguirlo. Lo hizo tras deslumbrar al público y al jurado en un desfile junto al mar, en el certamen organizado por el Club Náutico y la delegación de Miss Mundo en Ceuta. Otro concurso, el de las ‘misses’, para el que ahora obtiene un pase directo. Con solo 17 años, la ‘Reina del CAS’ estudia el Bachillerato científico en el IES Siete Colinas, y quiere enfocar su futuro al mundo empresarial. Aunque la moda y la belleza no formaban parte de sus planes, esta emocionante experiencia le pone frente a frente con todo un nuevo abanico de posibilidades.
–¿Cómo supiste de este concurso para ser la ‘Reina del CAS’?
–Lo vi publicado en Internet, y lo primero que hice fue comentarlo con mis padres, con mi hermano, con mis amigos y con toda mi gente cercana. He de decir que todos me apoyaron muchísimo desde el primer momento, y para mi era algo ilusionante, así que no le di más vueltas me decidí: iba a hacerlo. Y no me arrepiento, porque me llevo mucho más que un título. Me llevo a toda la gente que he conocido.
–¿Fue impactante desfilar frente al público?
–Que hubiese público me preocupaba un poco, porque soy bastante tímida. Pero todo resultó muy cómodo, y creo que fue así gracias a las personas que me acompañaron. El trato con el resto de candidatas era muy bueno, nos apoyamos mutuamente y eso me hizo sentirme respaldada. Nos habíamos conocido antes, en un ensayo, y aunque siempre tratas más con unas que con otras, de cada cual me llevo todo ese cariño. Yo no soy nada competitiva, y me asustaba un poco que el ambiente sí que lo fuese, pero al final todas estábamos allí para disfrutar. El día fue mucho mejor gracias a ellas.
–¿Tenías experiencia en otros ámbitos de este ‘mundillo’?
–Con 11 años me presenté para ser Reina de las Fiestas en la Feria (ríe). Pero no, ni siquiera lo cuento como experiencia, para mi esta es la primera vez en algo así. Sí que he colaborado con algunos comercios locales como la ‘Boutique Kalú’ o ‘Arroyo Center’, posando con ellos en sesiones de fotos. De hecho, el vestido que llevé en el desfile del CAS es de ‘Kalú’ .
–¿Cómo fue prepararse para el concurso? ¿Tenías claro lo que querías mostrar?
–Fue casi una señal. En una de las sesiones de fotos con ‘Boutique Kalú’ ya me había enamorado del vestido que llevé al concurso. Cuando me decidí a presentarme, me animé a comprarlo. Y me siento muy agradecida, porque conté con ayuda de todo el mundo: de Carmen Cabrera, que me maquilló y peinó para la noche; Cristina Sánchez, con la manicura; la ‘Joyería Blanco’, que me regaló los pendientes... También Sandra Cabrera, Mar Arroyo, mi madre y también mi cuñada, que es como una hermana para mi... les doy las gracias. Especialmente a Estefanía y Alejandro, que son los delegados de Miss Mundo en Ceuta.
–Casi todo lo que llevabas al concurso era de ‘marca local’
–Es algo que he aprendido a valorar desde que colaboro con muchos comercios de aquí. Ceuta está llena de gente trabajadora que saca adelante sus negocios, y hay productos muy buenos. No siempre hace falta mirar fuera para encontrar cosas de calidad.
–¿Y la pandemia, cómo ha afectado a estos negocios?
–El esfuerzo ha tenido que ser mucho mayor. En mi caso, por ejemplo, he empezado a utilizar Instagram para promocionar las fotos de muchas colaboraciones. Eso es algo que no hacía antes, y creo que algunos negocios de toda la vida se han dado cuenta de que estas vías también ayudan a llegar al público, están intentando adaptarse. Los ‘Buy bonos’, por ejemplo, también han servido para que la gente se decida a comprar.
–Ahora que eres la ‘Reina del CAS’, y echando la vista atrás, ¿te lo esperabas cuando dijeron tu nombre?
–En absoluto. Para mi fue una sorpresa total. Ten en cuenta que todo fue muy rápido, a los pocos días de anunciarse el concurso ya era la celebración, y tuve poco tiempo para asimilarlo. Y mucho menos para pensar que ganaría.
–Uno de los premios es el convertirte directamente en candidata para otro certamen, el de Miss Mundo Ceuta. ¿Contabas con ello, o fue otra sorpresa?
–La verdad es que cuando me inscribí, no lo sabía. Me enteré poco después, y es cierto que me intimidó. Al principio me parecía un salto demasiado grande, no estaba mentalizada.
–Ahora que lo tienes, ¿te arrepientes?
–No. Sí es cierto que da algo de vértigo, se presentan chicas muy guapas, y hay un estándar bastante alto. Pero creo que todo pasa por algo, y si una oportunidad como esta ha llegado a mí, me siento muy afortunada. Así que quiero seguir adelante, y que sea lo que tenga que ser. Estoy contenta, y sobre todo agradecida con todo el mundo.
–¿Ya sabes en qué vas a gastarte el cheque regalo que te han dado?
–(Se ríe) Creo que en un bolso. Sí, seguramente en un bolso.