Como cada ocho de diciembre, Regulares y La Legión celebraron la festividad de la Inmaculada Concepción, patrona del Arma de Infantería, con un acto que tuvo lugar en el acuartelamiento González Tablas que estuvo presidido por el comandante general de Ceuta, Luis Cebrián Carbonell.
Hay que destacar que la Inmaculada Concepción también ejerce el patronazgo de los Cuerpos de Estado Mayor, Jurídico, Eclesiástico, Veterinaria Militar, Farmacia Militar y Oficinas Militares.
A su llegada al acuartelamiento, el comandante general recibió los honores de ordenanza y las novedades ofrecidas por el responsable de la formación, el coronel del Grupo de Regulares Ceuta número 54, Alfonso Javier Bueno Ramiro, pasando a continuación revista a las tropas que formaban en el patio de armas del acuartelamiento regular.
Una vez en la tribuna se iniciaron los actos y el comandante general en su discurso destacó la advocación de la Inmaculada Concepción desde hace varios cientos de años, explicando el instante en que fue declarada como patrona del Arma de Infantería.
Explicó el general Cebrían que “la patria, conformada por el pueblo español, hoy representado por las autoridades civiles, así como por todos los ciudadanos que hoy nos acompañan, realizando la solemnidad de este acto y cuya presencia agradecemos de corazón. Ellos son a quienes servimos y la garantía de su seguridad nuestra razón de ser. Y la conforma también la tierra española que pisamos y que nuestra Constitución y el juramento a la bandera nos obligan a defender…”
Aludió a que tienen la obligación de merecer “la confianza de nuestros compatriotas, trasladándole una imagen de eficacia y plena disponibilidad, que les permita conducir sus vidas y afanes diarios con una sensación de plena seguridad que aporte normalidad. Es nuestra obligación permanecer sobre este territorio, siempre alertas y dispuestos, sin contar los días, ni los meses, para materializar la españolidad de Ceuta”.
El comandante general también tuvo palabras relacionadas con el deber como militares puesto que “se materializa en prepararnos permanentemente para ser empleados en las ocasiones de mayor riesgo y fatiga. La preparación exige esfuerzo, dedicación y rigor, exige pequeños sacrificios y renuncias cotidianas, en aras al cumplimiento de esta misión”.
Por último no se dejó de lado el hablar del honor al recoger que “se antepone el deber a la preferencia, a la comodidad, al interés, o a los derechos individuales, por legítimos que sean. El honor no tiene mejor juez que la propia conciencia, que debe estar cimentada en los valores incluidos en las Constitución y en las Reales Ordenanzas. Cuando se pierde el honor, se pierde la confianza de jefes, compañeros y subordinados y la confianza es clave en ejercicio del servicio”.
Igualmente se rindieron honores a los caídos con la colación de una corona de laurel en el monolito situado en el cuartel. Se puso punto y final al acto militar con el desfile de las tropas de Regulares y La Legión que habían formado en el patio del cuartel de González Tablas.
Vergonzoso que a un iluminado se le ocurra quitar una fiesta como la de hoy ocho de diciembre, fiesta que data del 1644 , fiesta cristiana y nacional en toda España, siga así que va muy bien menudo gremio tenemos, menos mal que sigue existiendo la península, mientras mañana en el resto de España siguen celebrando una fiesta cristiana aquí cada vez más laicos,
Si el marketing de Greta dice que se deje de estudiar porque se acaba el mundo, aquí cada año nos quitan un día festivo a los cristianos.
Que dios nos coja confesados