Nos situamos en la Edad Moderna, periodo en el cual el Cuerpo de Ingenieros no existe, sin embargo comienzan a surgir la figura de destacados ingenieros dedicados a la elaboración de tratados sobre fortificación, el desarrollo del uso de la pólvora y su empleo, o a la creación de medios para defender o atacar plazas fortificadas.
En 1709, el Secretario de Guerra, Marqués de Viedma, propuso al rey Felipe V la conveniencia de traer de Flandes al Ingeniero Mayor brigadier Jorge Próspero de Verboom para que organizara un Cuerpo de Ingenieros. Su creación fue sancionada por un Real Decreto expedido en Zaragoza el 17 de abril de 1711, fecha considerada como antigüedad del Arma de Ingenieros.
No obstante, fue el veinticinco de noviembre de 1801 cuando el teniente general Urrutia, ingeniero general y comandante general de Artillería, asesoró a Godoy para la creación de un cuerpo de gastadores que sería agregado al de ingenieros y estaría bajo el mando de oficiales del futuro Cuerpo de Ingenieros.
El quince de marzo de 1802, aprueba el rey Carlos IV, la constitución en Aranjuez del Real Cuerpo de Ingenieros de España e Indias, estando organizado en dos batallones, cada uno con cuatro compañías de zapadores y una compañía de minadores, siendo su primer jefe el coronel don Vicente de Heredia. Cada batallón dispondría de una Bandera de color morado: la del 1o con el escudo de las armas Reales y la del 2o con la cruz de Borgoña. Ambas llevarían el lema del Cuerpo, y en dos de sus ángulos un castillo y en el otro un león. El reglamento del Cuerpo al que se le dio título de Real en reconocimiento a los servicios prestados, fue confeccionado en Fraga (Huesca) el cinco de septiembre, disponiéndose en su Título III hubiera una compañía (mitad zapadores, mitad minadores) mandada por un capitán y dos tenientes en cada división del Ejército.
Al iniciarse la Guerra de la Independencia, el Regimiento se distribuía en varios puntos de la península ibérica: Alcalá de Henares (Madrid), donde se encontraba la Plana Mayor y la del 1er Batallón; Mahón; Campo de Gibraltar (Plana Mayor del 2o Batallón); Badajoz; Cádiz y Ceuta. Fuera de España, se situaban en Portugal y Dinamarca.
Cabe destacar que las dos compañías que se encontraban en Alcalá de Henares (la 3a de Zapadores y la de Minadores) protagonizaron la famosa "fuga de los Zapadores" el veinticuatro de mayo de 1808. Se dirigieron a Valencia y, una vez allí, junto a dos compañías agregadas, reorganizaron el 1er Batallón, mientras que en Sevilla se organizaba el 2o Batallón.
El Regimiento sufriría varias transformaciones según las necesidades, así el cuatro de diciembre de 1810 se amplía a seis el número de batallones, y el veintitrés de julio de 1811 su organización se componía en cinco compañías: cuatro de zapadores y una de minadores.
Una vez finalizada la guerra, el rey Fernando VII sancionó una orden por la cual el Regimiento volvía a constituirse con arreglo a la anterior orden del once de julio de 1803, con dos batallones de cinco compañías cada uno.
Una orden posterior dada el veintinueve de julio de 1815, estableció que el Regimiento adoptara la denominación de Real de Zapadores-Minadores- Pontoneros, organizándose en tres batallones de ocho compañías cada uno, seis de zapadores, una de minadores y una de pontoneros, debiendo los jefes pertenecer al Cuerpo de Ingenieros.
Un Decreto de uno de junio de 1818 establecía que se redujera a dos el número de batallones del Regimiento, organizándose cada uno de ellos con cuatro compañías de zapadores, otra de minadores y otra de pontoneros.
"El 27 de julio de 1877 se organiza en Guadalajara el cuarto Regimiento de Zapadores Minadores"
El Cuerpo mantuvo la misma denominación hasta el año 1821, en el que adoptó la denominación de Regimiento Nacional de Zapadores-Minadores- Pontoneros que sería disuelto por Fernando VII el veintitrés de octubre de 1823, por su adhesión a la Constitución votada en las Cortes de Cádiz el diecinueve de marzo de 1812 y su apoyo al levantamiento de Riego.
Sin embargo, ante la necesidad de contar con unidades de Ingenieros, se restablecía el veintitrés de abril de 1824 la nueva organización del Regimiento, con dos batallones a ocho compañías, aunque inicialmente solo se organizó una. Años después, el treinta y uno de mayo de 1828, se le dotó nuevamente de dos batallones de siete compañías (cinco de zapadores, una de minadores y una de pontoneros) con la denominación de Regimiento Real de Ingenieros, trasladándose en 1833 a la ciudad de Guadalajara.
A la muerte de Fernando VII, Isabel II fue nombrada reina de España. Al contar con solo tres años de edad, su madre María Cristina fue designada reina regente, lo que dio inicio a la Primera Guerra Carlista en 1834, un conflicto civil entre los partidarios del pretendiente infante Don Carlos y la legitimidad de la reina, interviniendo el Regimiento Real en numerosas acciones defendiendo el poder legal de la reina lo que le dio derecho años más tarde, el veintiuno de septiembre de 1847, el derecho de los tres batallones del Regimiento a usar en sus Banderas las corbatas de la Real y Militar Orden de San Fernando, por su actuación durante la 1a Guerra Carlista.
Una orden de quince de marzo de 1836, aumentaba el Regimiento con una compañía más de Zapadores (seis compañías). El diecisiete de mayo de 1844, sufrió una reducción de fuerza, aunque no de unidades, organizándose en tres batallones de seis compañías (cuatro de zapadores, una de minadores y una de pontoneros).
La Campaña de Marruecos, durante el periodo de 1859-1860, puso de manifiesto la falta de unidades de Ingenieros. Por ello, el general Prim, Director General de dicha Arma, propuso a la reina Isabel II la creación de un nuevo Batallón de Ingenieros. Con este y el tercer batallón del único Regimiento existente, se organizó el seis de junio de 1860 un segundo Regimiento de Ingenieros, formado, como el primero, por dos batallones de seis compañías, cuatro de Zapadores, una de Minadores, una de Pontoneros junto una compañía de depósito. El mando de este Regimiento se encomendó al Brigadier coronel don Pedro Andrés Burriel.
Debido a los resultados obtenidos en el empleo de las fuerzas de Ingenieros durante la campaña, el Mando dispuso utilizar sus aptitudes y preparación en las obras que se estaban ejecutando en algunas fortalezas. De forma provisional y a modo de ensayo, se organizaron el nueve de agosto de 1860, dos compañías de obreros en Barcelona y Valencia, y más tarde otra en Ferrol el quince de marzo del mismo año. Las tres compañías fueron la base del Batallón de Obreros de Ingenieros, formado en Madrid el quince de marzo de 1862 con seis compañías de soldados y reclutas procedentes de Infantería, al igual que los oficiales, perteneciendo solo a Ingenieros el teniente coronel, primer jefe. Las compañías que se destinaron a Santoña (Santander), Mahón, Cádiz, Ferrol y Cartagena quedaron a las órdenes de los respectivos Comandantes de Ingenieros. Poco duró el empleo de este batallón, ya que el uno de enero de 1868 fue disuelto por motivos económicos al agotarse los créditos necesarios para continuar los trabajos de fortificación en las plazas citadas, quedando las obras interrumpidas.
Una nueva reorganización de unidades de Ingenieros se realiza el veintiocho de febrero de 1873 con la creación de cuatro Regimientos de Ingenieros con seis compañías cada uno, la primera de Pontoneros; la segunda de Telégrafos; la tercera y cuarta de Zapadores-Bomberos; la quinta de Ferrocarriles y la sexta de Minadores. Cada dos Regimientos formaban una brigada a las órdenes de un Brigadier del Cuerpo.
Un año más tarde, el tres de julio de 1874 en lugar de los cuatro Regimientos mencionados, se organizan tres Regimientos de Ingenieros, dos de ellos con dos batallones de Zapadores-Minadores con seis compañías cada uno, y el cuarto, denominado Regimiento Montado de Ingenieros, compuesto por dos batallones de cuatro compañías de Pontoneros y un batallón con dos compañías de Telégrafos y dos de Ferrocarriles.
Con esta organización de dos Regimientos de dos batallones se encontraban las tropas de Ingenieros al finalizar la segunda guerra civil, demostrándose la insuficiencia de unidades de Zapadores, por ello, se creaba el treinta de agosto de 1875 un tercer Regimiento de Zapadores, pasando el Regimiento montado a denominarse cuarto Regimiento de Ingenieros.
Dos años más tarde, el veintisiete de julio de 1877 se organiza en Guadalajara el cuarto Regimiento de Zapadores Minadores con dos batallones de cuatro compañías, procedentes de los tres Regimientos de Zapadores existentes mientras que el cuarto Regimiento de Zapadores pasó a llamarse Regimiento Montado.
El primer Regimiento permaneció de guarnición en Madrid hasta 1879, en que se trasladó a Burgos, de cuya población pasó posteriormente a Logroño, donde continuaría hasta su transformación primer Regimiento Mixto de Ingenieros en 1904.
El 1 de agosto de 1877 había, por tanto, en la Península 40 compañías de Ingenieros: 24 de Zapadores y 8 de Minadores (agrupadas en cuatro Regimientos) hasta 1904, en que se transformaron en Regimientos Mixtos de Ingenieros; 4 Regimientos de Pontoneros, 2 Regimientos de Telégrafos y 2 Regimientos de Ferrocarriles, formando estas ocho últimas el Regimiento Montado de Ingenieros.
Por Decreto dado el catorce 14 de diciembre de 1883, el Regimiento Montado se desdobló en un Regimiento de Pontoneros y un Tren de Servicios Especiales con tres secciones encargadas de los servicios de telégrafos, ferrocarriles y topografía. Dicho tren fue disuelto el quince de diciembre de 1884 para crearse un Batallón de Telégrafos, otro de Ferrocarriles y restablecerse la Brigada Topográfica.
Autorizada la conmemoración del primer centenario de la creación de las tropas del Arma de Ingenieros, el tres de septiembre de 1902 se celebró el homenaje a la antigua Bandera del primer Regimiento, que fue trasladada a Logroño, desfilando ante ella las Banderas de los Regimientos 2o, 3o y 4o de Zapadores, Telégrafos y Ferrocarriles.
"Una reorganización de unidades de Ingenieros se realiza el veintiocho de febrero de 1873"
En 1902, el Batallón de Telégrafos se transformó en Regimiento de Telégrafos el 21 de agosto, y posteriormente, en 1918, el Batallón de Ferrocarriles se convirtió en Regimiento de Ferrocarriles, creándose el segundo de esta especialidad.
Por Decreto de veinticinco de diciembre de 1912, se transformarían los cuatro Regimientos Mixtos de Ingenieros existentes en Regimientos de Zapadores Minadores, con dos batallones de cuatro compañías y una compañía de depósito.
Un nuevo Regimiento de Zapadores Minadores, el 5o, fue creado el cuatro de marzo de 1919 en Valencia, organizándose en tres Batallones, con tres compañías activadas, una cuarta compañía en cuadro y una compañía de parque, también en cuadro por Batallón, designándose al 2o Batallón para su trasladado a Melilla.
Llegado el año 1921, con los trágicos sucesos de Annual, intervinieron las compañías de Zapadores y de Telégrafos situadas en la Península, que fueron desplegadas en el Protectorado para la recuperación del territorio y alcanzar la ansiada paz.
Fueron desplegados en Melilla cuatro Batallones Expedicionarios de los Regimientos de Zapadores 1o, 3o, 4o y 5o, compuestos cada uno por tres compañías; un Batallón Expedicionario del 1er Regimiento de Telégrafos y otro del 1er Regimiento de Ferrocarriles, ambos de tres compañías; una compañía de Aerostación; una compañía de Alumbrado; una unidad de Pontoneros; una compañía de Radiotelegrafía de campaña y fuerzas de Aviación y Centro Electrotécnico. A esta fuerza se agregaron los restos de la compañía de Zapadores y la de Telégrafos, pertenecientes a la Comandancia de Ingenieros.
A la Comandancia de Ingenieros de Ceuta se le agregaron un Batallón Expedicionario con tres compañías del 2o Regimiento de Zapadores; una compañía del 1er Regimiento de Ferrocarriles y radiotelegrafía de campaña ampliada en personal y medios.
A la Comandancia de Ingenieros de Larache se le agregaron un Batallón Expedicionario con dos compañías del 6o Regimiento de Zapadores; un Batallón Expedicionario del 1er Regimiento de Telégrafos organizado en dos compañías; medios de radiotelegrafía, aviación y Centro Electrotécnico.
Una nueva reorganización se decidía el tres de febrero de 1926, por la que las tropas del Arma de Ingenieros en la Península se agruparon en seis Regimientos de Zapadores Minadores, un Regimiento de Telégrafos, dos Regimientos de Ferrocarriles, un Regimiento de Pontoneros, un Regimiento de Radiotelegrafía y Automovilismo, Brigada Topográfica y tropas del Servicio de Aerostación.
Finalmente, el Arma de Ingenieros fue reorganizado el cuatro de febrero de 1927, agrupándose en seis Regimientos de Zapadores (habiendo perdido su condición de Minador); un Regimiento de Telégrafos; dos Regimientos de Ferrocarriles; un Regimiento de Pontoneros; un Regimiento de Radiotelegrafía y Automovilismo, reorganización de la Brigada Topográfica, tropas del Servicio de Aerostación.
Históricamente, este ha sido el recorrido del Regimiento Real de Zapadores Minadores desde su creación en el siglo XIX hasta la Campaña de Marruecos, dando ejemplos de valor tanto personal como colectivo, lo cual quedó reflejado en las condecoraciones obtenidas.
