Cada vez es mayor el movimiento ciudadano que únicamente pide poder despedir con dignidad a sus mascotas. Reclaman o que se les pueda enterrar como sucede en otros lugares de España o que se habilite un crematorio para evitar la peor de las despedidas: dentro un congelador con restos de todo tipo.
La crueldad en la que se incurre ha motivado una reacción ciudadana unánime. Las mascotas forman parte de las familias y como tal se quiere luchar para, al menos, poder despedirlas con dignidad.
Eso hoy no sucede. No hay alternativa, a pesar de que este asunto fue abordado en un pleno y existió un compromiso político de, al menos, estudiar una posibilidad.
Ahora nace el Movimiento Ciudadano para la Dignidad Animal. Y nace porque personas con inquietud se están uniendo para hacer algo más por sus animales. No se van a quedar sentadas en sus casas, sino que quieren actuar, protestar, firmar, promover cualquier iniciativa que dote de humanidad a ese fin último para quienes han formado parte de los núcleos familiares. “¿Arrojarías a un familiar querido a un contenedor de desechos?”, “¿por qué permitimos que esto esté ocurriendo con los animales en Ceuta?”.
Son preguntas que se hacen y que exigen respuestas. En Ceuta hay unas 11.000 mascotas registradas, tras ellas todas esas familias reclamando que algo cambie. Hay que escucharlas, no se puede mirar hacia otro lado.