En ocasiones, los artistas usan el arte para expresar lo que sienten y llevan por dentro para luego demostrar ese talento. Esto es lo que ocurre con Laura García (Ceuta, 1998), quien está en ese momento de dar forma a un proyecto que lleva tiempo rondando por su cabeza. “A través de la fotografía, escultura y pintura quisiera plasmar todos esos problemas que he visto y algunos sufrido desde chica”, afirma esta joven veinteañera. En especial, aquellos que suceden dentro de las aulas. Es decir, el ‘bullying’.
García ha sufrido este tipo de acoso en sus carnes “por parte de compañeros que se reían de mi aspecto físico”. También, de otro modo, “el rechazo de un profesor, quien me ha llegado a decir lo torpe que era con las matemáticas y que no iba a aprobar su asignatura”, añade. Asimismo, ella sabe de más casos en los que docentes se han cebado con menores, pero estos quedan en el anonimato. Como todo lo que se podrá ver una vez que salga a la luz ‘Proyecto N°365 días’.
“Tenemos pocos jóvenes que hagan arte en Ceuta, los que hay ya tienen una edad”
Aún, en fase embrionaria, esta caballa se encuentra a la búsqueda de artistas locales. “Quiero expresar esta idea desde diferentes puntos de vista del arte, pero me resulta complicado el dar con profesionales que se manejen con la cerámica y la pintura en Ceuta”, asevera. Admite que no le resultará fácil, pero “al menos lo intentaré”. En caso de que esta vía no sea factible, se sustituirá por otra. Al menos, “tengo fichado a varios fotógrafos, los cuales conozco y tengo mucho cariño”, afirma esta joven que en septiembre comenzará el grado superior de ‘Iluminación, captación y tratamiento de imagen’ en el Instituto Néstor Almendros, situado en el municipio sevillano de Tomares.
En cuanto a la ciudad autónoma, Laura García percibe que “tenemos pocos jóvenes que hagan arte en Ceuta, los que hay ya tienen una edad”. Por ello, ella quiere apostar todo a una carta con el fin de llevar su trabajo hasta el final. Y sin duda, “disfrutaré mientras lo hago”.
Este proyecto, que lo realizará de manera altruista, comienza a dar sus primeros pasos. El bullying servirá como eje vertebrador para manifestar este problema desde distintas formas de expresar la cultura. “Parece que ya se ha hablado mucho, pero aún falta por sensibilizar. A la vista queda que tenemos menores que se quitan la vida tras sufrir un episodio de acoso en las aulas o redes sociales”, ultima de manera tajante García.