Una persona de nacionalidad marroquí ha sido víctima de un apuñalamiento en las naves del Tarajal, donde la Administración aloja a los inmigrantes llegados a Ceuta en la crisis de mayo. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) ha informado de que el paciente se encuentra en la UCI.
El herido ingresó ayer domingo en el Hospital Universitario, derivado directamente a quirófano. El marroquí presentaba dos puñaladas, una leve y otra más preocupante en el abdomen, por la que entró para ser intervenido.
Agentes de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Ceuta se ha personado en las naves del Tarajal habilitadas como albergue provisional para entrevistarse con el servicio de seguridad por si puede aportar pistas que conduzcan al agresor. Además de recopilar pruebas en el lugar de los hechos.
Según ha podido conocer El Faro de Ceuta, las fuerzas de seguridad todavía no han practicado ninguna detención por este apuñalamiento. No obstante, la Policía Nacional está trabajando en la investigación.
Más de 5.500 atendidos desde la crisis de mayo
Más de 5.500 inmigrantes marroquíes han recibido atención sanitaria en Ceuta, entre los que hay también pacientes que han requerido hospitalización, tras la entrada masiva de los días 17 y 18 del pasado mayo.
Ingesa ofreció la última actualización de esta estadística el pasado 3 de enero, cuando a otras 49 personas también de Marruecos tanto en el Hospital Universitario como en el servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) y el 061, lo que elevó la cifra total de atendidos a 5.586 inmigrantes en aquel momento.
La transformación de varias naves de los polígonos en albergues provisionales constituye la solución dada por las Administraciones a la ingente cantidad de personas que, en la crisis de mayo, accedieron a la ciudad autónoma de forma irregular a través del espigón del Tarajal en un desafío a la seguridad fronteriza.
Por desgracia algunos comentarios tienen razón. No cabe defensa alguna. Que abran la frontera de una vez y si Pedro tiene que recular respecto del Sáhara que lo haga y así cambiarían muchas cosas.
Lo que la gente de bien soportamos en esta ciudad no tiene nombre. Y no es sólo soportar, es soportar y por si fuera poco, mantener. La hipocresía y el cinismo humano manipulado por los políticos no tienen límites.
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