La restricción en horas del servicio de limpieza del tanatorio incide directamente en su estado de presentación ante las familias que tienen que hacer uso de sus instalaciones. En el contrato actual las personas contratadas para realizar este servicio van dos horas por la mañana y una por la tarde. ¿Pero qué ocurre cuando alguna sala ha sido empleada por algunos familiares y debe ser ocupada por otros? Su estado de presentación no es el adecuado ante la ausencia de trabajadores de limpieza durante más horas (como estaban antes) que se encarguen de esta atención. Se han dado casos de operarios de las propias funerarias que han tenido que arreglar ellos mismos las salas para que estén presentables para las familias que iban a velar a sus difuntos. No es la mejor manera de ofrecer un servicio que además es muy sensible dada la atención que se presta a las familias en unos momentos tan delicados. Esta situación ha derivado en las quejas que han sido trasladadas a este periódico para poner en alerta lo que está ocurriendo, ya que en demasiadas ocasiones las salas, al coincidir que ya no hay limpiadores, no se han encontrado en las mejores condiciones o no han podido abrirse a los familiares.