Dos vehículos han ardido junto a las 108 viviendas de los grupos El Rocío. A causa del viento las llamas alcanzaron parte del edificio, generando verdaderos momentos de angustia y tensión entre los vecinos
De “infierno” definían los vecinos de las 108 viviendas de los grupos El Rocío la madrugada que habían vivido cuando un incendio en un vehículo estacionado junto al edificio, sito en la calle Rafael Borrego, se propagó no solo al automóvil adyacente sino también a parte del los domicilios más próximos.
Pasadas las 5.00 horas el primer vehículo, propiedas de un vecino militar, prendió en su parte delantera, fueron las grandes corrientes de viento las que evitaron que se propagase al resto del automóvil pero que impulsaron las llamas al coche más próximo, resultando este último calcinado en su totalidad.
El fuego y la gran cantidad de humo, además de las explosiones de los depósitos de combustible, pusieron a los vecinos en alerta, sobre todo a los de las viviendas situadas en la planta baja que están junto a los vehículos que prendieron.
Angustia entre los principales afectados
Aunque afortunadamente las llamas no alcanzaron el interior del inmueble sí que han dejado daños materiales en el exterior, tanto en los muros del edificio como en ventanas o persianas. Uno de los propietarios narraba ante las cámaras de FAROTV cómo vivió su particular “calvario” a la vez que mostraba desde el exterior cómo han quedado resquebrajados los cristales de su dormitorio.
“Me desperté porque escuché varias explosiones muy seguidas y cuando me acerqué a la ventana vi las llamas prácticamente al lado, estaba atemorizado fuí rápidamente a por mi hija y nos salimos a la calle”.
No era el único que ayer, cuando de las llamas solo quedaban cenizas, tenía muy presente el episodio vivido tan solo unas horas antes. Con la tensión y la angustia todavía algo frescos otra de las vecinas más afectadas abría a este medio las puertas de su domicilio. Sin apenas dormir y el temor reluciente aseguraba que “hoy tendrían un cadáver si no fuera por mi hija”.
Fue ella quien la despertó entre toda una nube de humo que a punto estuvo de provocarle la conocida ‘muerte dulce’. Al borde de la asfixia los habitantes de esta vivienda protagonizan la historia más angustiosa, pues ese humo les bloqueó las salidas a la calle donde finalmente pudieron llegar a través de los garajes.
Con más desasosiego pero no menos angustia revivía el suceso el resto del vecindario.
“Resido en el quinto y veía las llamas subir, el corazón se me salía, nunca había vivido nada igual”.
Fueron auténticos minutos de tensión y angustia que no tuvieron un trágico final gracias a la rápida actuación de los Bomberos. De momento se desconoce el motivo del incendio y la Policía ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido.