Una usuaria sostiene que en el Recinto se pide cita telefónica y en Otero es presencial.
Una usuaria denunció ayer de forma pública que tanto el centro de salud del Recinto como el del Tarajal permiten “solicitar cita telefónica para la renovación de la tarjeta sanitaria”. Y, sin embargo, en Otero hay que acudir “personalmente y conseguir uno de los 20 números diarios que Ingesa reparte para esta operación”, por los que “casi hay que pelearse”.
Además de por la comodidad que proporciona al paciente concertar cita desde casa, esta ciudadana protestó porque la misma institución aplica criterios “dispares” en función del centro de salud sin que haya motivo aparente. La perjudicada apostó por que Ingesa unifique el criterio y se decante por facilitar la cita telefónica para este trámite. “Mi caso no es el único, son muchos los que han presentado quejas por la misma razón”, lamentó.
La tarjeta sanitaria de Ingesa caduca cada cuatro años, a diferencia de lo que ocurría antes de la distribución de las nuevas ‘cartillas’, las cuales incorporan la fotografía del usuario de la sanidad pública. La usuaria, que esta semana se percató de que la suya había expirado, se acercó ayer al centro de salud de Otero para su renovación. Cuál fue su sorpresa cuando el personal administrativo le emplazó a volver hoy al ambulatorio porque, a las 8:21 de la mañana, “se habían agotado los 20 números para realizar esta operación”.
Los presentes trasladaron a la paciente que, a partir de las 7.30, “ya hay gente haciendo cola”, lo cual le llevó a pensar que nadie le garantiza que pueda conseguir uno de los 20 números. Desconcertada por la indicación del personal de Otero, compartió con un conocido su inquietud y éste comprobó que su tarjeta también está caducada, de modo que telefoneó a su centro de salud para realizar la misma operación que la usuaria afectada.
Este conocido llamó al ambulatorio que tiene asignado, en su caso el del Recinto, y sin que ninguno de los dos lo esperase, recibió cita telefónica para la renovación de la tarjeta sanitaria.
La paciente que ha aireado este “funcionamiento desigual” es consciente de que Ingesa no puede retirarle la atención sanitaria porque la tarjeta esté caduca, “como me informaron en el centro de salud”, pero desconfía de la demora que pueda ocasionar a su asistencia la verificación de los datos.