¿Nos hemos vuelto locos o que? Los incendios de vehículos están sobrepasando lo permitido, se está poniendo en riesgo la vida y la seguridad de las personas con estos actos vandálicos que suponen un atentado directo a la convivencia de todos los ciudadanos, no solo a sus propiedades sino que se pone en peligro la vida y eso no se puede consentir ni un minuto más. Se está creando entre los ciudadanos una gran alarma social que hay que cortar y atajar de raíz. Los funcionarios del Servicio de Extinción de Incendios están desbordados
y advierten de los riesgos que estamos corriendo.
La seguridad ciudadana está en cuestión, se está viviendo un clima de violencia nunca visto en una ciudad como la nuestra, tranquila, pacífica y se hace necesario y urgente recobrar esa sensación de bienestar y seguridad que siempre hemos vivido y disfrutado.
Los responsables de la seguridad, a nivel político y técnico han de poner en marcha los medios necesarios para acabar con esta situación. Más medios humanos y materiales si fuera necesario, porque la calle no
puede estar en manos de unos pocos desalmados.