El último artículo estuvo dedicado a los 24 años de gobiernos de Juan Vivas, que en gran medida han estado corriendo en paralelo, con la singladura temporal de nuestra querida asociación. Por desgracia, las cuestiones ambientales son una de las grandes asignaturas pendientes del señor Vivas. Quien continúa siendo el Alcalde-Presidente de Ceuta, a pesar del desgaste, el paso inexorable de los años, y las evidentes huellas físicas y morales causadas por los avatares políticos y sociales de nuestra imperfecta sociedad.
No ha sido posible hacer una brecha, en la férrea muralla del pensamiento del poder ceutí, pues coherentemente a la trayectoria de los gobiernos presididos por Vivas, continúan en su burbuja de creencias económicas y políticas, y nada parece evolucionar en el ámbito al que nos referimos. La debilidad es no aceptar la derrota, y no es nuestro caso, señor Vivas. Está aceptada y asimilada, teniendo la conciencia tranquila y el corazón ligero como el primer día. Infelizmente, nunca comprendió que nadie es imprescindible, y todos, sin embargo, necesarios para hacer avanzar a nuestra sociedad.
Como diría San Agustín, el orgullo convirtió a los ángeles en demonios y la humildad puede convertir a los hombres en ángeles. Y en los males de la política y la sociedad actual, de la que nosotros no estamos exentos, hay mucho de esta frase del genio de Tagaste. Será difícil, pero no imposible, que la mentalidad de nuestro apreciado Alcalde-Presidente diera un giro copernicano. Mucho tememos, que cuando cumpla los 25 años de permanencia en el poder, Dios mediante, nada nuevo habrá que añadir sobre su evolución en los ámbitos de entendimiento y participación, y en el cuidado de la naturaleza ceutí.
La omisión es quizá el peor pecado que existe, pues no se nota tanto, y se va acumulando silenciosamente en el libro de nuestra vida. Esto procura elevadas penas, pues se perdonan los pecados pero la justicia exige reparación. Todos pagaremos por las faltas, aunque a quien más se le dio, más se le exigirá.
El problema de la falta de transparencia y abertura de espacios de participación real y verdadera, no me refiero a las típicas pantomimas organizadas por las administraciones para cubrir expedientes con la UE, es la rendición de todo el corpus administrativo al pesimismo, pensar que no hay esperanza de cambio. Nada más alejado de la realidad, es justo el miedo a la luz, la promoción para engordar a las tinieblas y a los tenebrosos, el alimento del pesimismo colectivo.
A la administración de Ceuta le decimos, no tengan miedo a ofrecer espacios de participación que repercutan positivamente en el medioambiente, favorezcan el diálogo y la discusión constructiva. Sería muy bueno el poder desechar las contaminaciones de los intereses particulares, conviértanse en personas luminosas, sin nada que ocultar en las cuestiones ambientales, y sobre todo, cumpla las leyes para velar por la naturaleza y la salubridad ambiental, no se traicionen a ustedes mismos.
El ser humano necesita la libertad para desarrollarse plenamente, no levanten muros de papeleo insufrible, no dificulten los legítimos derechos de las personas que conocen y trabajan por afición amorosa, o vocación profesional, con el patrimonio natural y la sostenibilidad ambiental. Aprovechen todo esta gratuidad, de corazones apasionados por la naturaleza.
Exigir resultados sin alentar el diálogo con las opiniones libres y autorizadas, no asociadas a intereses de partidos o de grupos económicos, indica miedo a la luz, y muy poco respeto por el consenso ciudadano, y la construcción de la paz mediante el diálogo. De nada sirve culpabilizar de retrasos en las tramitaciones, a los que no necesariamente piensan como el poder establecido, y su grupo de interés político-económico. Si fomentáramos el diálogo, además del respeto a las libertades, en Ceuta no se impondrían criterios, y la vida política y ciudadana se enriquecería en beneficio de nuestra querida tierra.
Mientras se nos tilda de aguafiestas oficiales, cuestión que alientan desde los entornos políticos más reaccionarios, no se preguntan porque no cambian sus posicionamientos y estilo de gobernanza tan aficionado a ejercer el poder de manera omnívora. En vez de servir a los demás y entregarse por ellos, se sirven de ellos. Siento decirlo, hay mucho fariseo en la política local de Ceuta. Si no fuera así, el área de medioambiente no estaría sometida, y subsidiaria de la consejería de fomento.
Nada es eterno en esta vida temporal, y nosotros no perdemos la esperanza en el despertar de la conciencia en los entornos políticos. Sería muy bonito verle renovado en su pensamiento señor Vivas, y también deseoso por abrir espacios de opinión y corresponsabilidad. El tiempo apremia, solo tenemos el presente prestado por el hacedor de todo, y su entorno debería percibir que hay otras formas de hacer política, más acorde con el desarrollo de la democracia participativa, antes de retirarse de la vida pública.
Pronto se dice que comenzará el dragado del Foso de San Felipe, una obra necesaria para la navegación entre las dos bahías. Estamos ya iniciando la petición oficial de información sobre el proyecto de obras. Se trata de un ejemplo sobre la opacidad y falta de diálogo que estamos comentando, el absoluto mutismo, y ausencia de comunicación de la Consejería de Medioambiente. No somos muchos en Ceuta, los que nos dedicamos a la conservación de la naturaleza, y a la sostenibilidad ambiental, y sería fácil establecer un diálogo fluido si se tiene un mínimo de interés en interaccionar con nosotros, y con otras asociaciones dedicadas a estos fines.
Es evidente que no es el caso, y no valen las excusas de siempre. Al no conocer el alcance de la intervención sobre el foso, nos gustaría ser de alguna utilidad, y así evitar problemas ambientales o arqueológicos que pudieran surgir a lo largo de la obra, y también fricciones con la propia administración. Sería lamentable, que a la indiferencia por la participación ciudadana, se sumara incomprensión y discordia, unido a las prisas lógicas por dragar el foso. No sería raro que el dragado se quisiera utilizar para hacer rellenos de las playas de la bahía sur, son asuntos delicados que requieren intervenciones bien programadas alejadas de la improvisación. A falta de diálogo, al menos esperamos llegar a conocer los detalles del proyecto, deseamos que todos los aspectos ambientales se hayan tenido en cuenta con la suficiente concreción e integridad profesional. Tenemos un claro interés por la salvaguarda de las especies, los hábitats y la salubridad del medio ambiente en sentido amplio del término.
Varias cuestiones nos vienen a la mente sobre la distribución de los sedimentos apropiados para verter en las playas; valorar la idoneidad y necesidad de estos vertidos; el control de las afecciones a la fauna y flora colindantes, impactos que tendrán los sedimentos en su nueva ubicación; la retirada y tratamiento de los sedimentos no aptos para el vertido en playas y por lo tanto contaminados; que papel jugará la Autoridad Portuaria de Ceuta en todo este proyecto; etc.
Por otra parte, en espacios soterrados de la política (hablando aquí y allá oficiosamente, observando sigilosamente las reacciones), en reuniones susurrantes, llevan tiempo moviendo hilos, para rescatar el proyecto del soterramiento del vial bajo la Avenida Martínez-Catena, desechado mucho tiempo atrás. Esta obra procuraría aliviar el incesante tráfico rodado de la marinera ciudad. Por muy sigilosos que hayan actuado, finalmente todo sale a la luz y se termina sabiendo antes de tiempo. Los rumores indican que pronto verá la luz la propuesta desechada tiempo atrás.
Se trata de una idea, que de llevarse a cabo, pone en serio riesgo, uno de los recintos históricos declarados en Ceuta: Las murallas del recinto de la Almina. Esto es debido, a la cercanía de la vía soterrada con los lienzos de muralla histórica. Por este motivo, esta obra fue dejada de lado, y más que nada, quizá no tanto por el celo de protección, y amor por el Patrimonio Histórico, sino más bien, por el enorme lío que supondría salvar los obstáculos legales y administrativos para ponerla en marcha. Bajo esta zona podrían aparecer tesoros soterrados como son la continuación de murallas califales y bizantinas, ambas de un enorme valor histórico. Una obra así, alteraría muy significativamente y destruiría posiblemente grandes zonas de lienzos del Recinto Histórico de la Almina.
Desechar el miedo a las presiones, es fundamental para que las puertas de la libertad, y el entendimiento se abran, de esta forma los grupos soterrados del poder económico y sus maquinaciones se debilitan, y se generan espacios para cumplir adecuada y ambiciosamente las leyes ambientales en beneficio de la Ceuta del futuro.