La adquisición de purificadores de aire con filtros HEPA que el Gobierno de Ceuta se comprometió a financiar el pasado mes de enero ya no está entre las prioridades ni de la Dirección Provincial del Ministerio de Educación ni de la Consejería del ramo del Ejecutivo local, ya que tanto las directrices establecidas a nivel nacional por los expertos como el Plan de Contingencia para el curso 2021-2022 consensuado en Ceuta contemplan su utilización salvo como último recurso.
El documento propuesto por la Dirección Provincial para organizar la vuelta a las aulas a jornada completa desde septiembre establece que “la ventilación natural es la opción preferente” y la recomienda “cruzada, si es posible de forma permanente”, para reducir el riesgo de contagios de la enfermedad del coronavirus.
Solamente “si no fuera posible” se podría “utilizar ventilación forzada mecánica, aumentando suministro desde el exterior” y únicamente “en último caso” cabría “la posibilidad de utilizar purificadores de aire (dotados con filtros HEPA) previa medición del dióxido de carbono”, aunque “siempre” se aconseja “trasladarse a otro espacio con ventilación natural o al aire libre”.
La Consejería de Educación que dirige Carlos Rontomé reservó a principios de año a propuesta de Caballas una partida de 575.000 euros para comprar purificadores de aire y medidores de CO2 a través de una convocatoria de ayudas de 15.000 euros cada una para cada centro educativo a la que la Intervención puso reparos, por lo que no llegó a consumarse.
Con el paso de los meses, la evidencia científica ha llegado a cuestionar también la oportunidad de realizar grandes inversiones en medidores de dióxido de carbono. “No es necesario la compra generalizada por los centros educativos y si existieran dudas sobre la eficacia de la ventilación se pueden realizar mediciones puntuales con aparatos calibrados”, indica el Plan de Contingencia local.
Caballas y la asociación ‘Madre Ceuta’ han insistido durante los últimos días en la necesidad de purificadores de aire para las aulas como medida sanitaria y para evitar las dificultades que los rigores invernales generaron el año pasado para la actividad lectiva.
La Ciudad había reservado 575.000 euros para aparatos
La Consejería de Educación está a la expectativa del resultado del expediente de modificación del Presupuesto de la Ciudad para el ejercicio en curso para saber de forma definitiva si seguirá disponiendo de los 575.000 euros que inicialmente había acordado reservar para la compra de purificadores de aire y medidores de CO2 para los centros educativos, partida que podría ser derivada hacia otras necesidades de los colegios e institutos en caso de no desgajarse de sus asignaciones a pesar de que la Comisión Técnica encargada de preparar el próximo curso ha desaconsejado la compra de ese tipo de aparatos.
Otra vez la criaturas a morir de frío. Y con la ratio completa, al que le toque en la ventana, ajo y agua aunque llueva. Bravo.