La UTE Invesia Construcción y Servicios SL y Vialquivir Infraestructuras SL será la encargada finalmente de realizar las ejecuciones del Tinglado número 4 del Muelle España, en Ceuta, obras que tendrán un plazo de ejecución de dos años.
Se trata de uno de los almacenes que se construyeron en la zona hace casi 70 años y su renovación se considera fundamental para completar la de toda el área, que comenzó en 2015.
El importe final de la adjudicación ha sido de 1.734.100,00 euros, y solo han sido estas dos empresas juntas la que han presentado su oferta.
El inmueble tiene planta rectangular y una superficie construida de casi 950 metros cuadrados. Actualmente alberga el Museo del Mar, el Archivo Histórico y unos almacenes de la Autoridad Portuaria.
El proyecto planteado por el Puerto apuesta por un edificio reformado con una planta baja y otra primera “aprovechando la altura que posee actualmente”.
La cubierta se aprovechará para captar “energía y luz” con una serie de lucernarios que captarán la del norte, “suave, sin dirección fuerte ni sombras y bastante placentera para iluminar la zona expositiva del museo”. Además, su zona central se convertirá en transitable “para poder disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece el entorno”.
El importe final de la adjudicación ha ascendido en 1.734.100,00 euros
El objetivo es, “sin perder la esencia de almacén portuario y su relación con el mar”, dar respuesta “a todos los condicionantes externos existentes”, dando cabida al Museo del Mar, las instalaciones de la Autoridad Portuaria, las comunicaciones verticales y una zona de transición.
“Un zócalo de ladrillo visto oscuro rodeará a todo el edificio el nivel 0 ocultando los usos del programa más privados y en el superior se abrirá al entorno gracias a los distintos huecos de la fachada, encuadrando en cada estancia lo que interese visualizar”, explican los arquitectos Cristóbal y Rocío Campoy y María Sánchez en el proyecto de actuación de la obra.
En el interior, el diseño permitirá retrotraer al visitante “al fondo del mar” gracias a la impenetrabilidad de la planta baja y a la tamización de la luz en la fachada y la cubierta. Allí quedarán archivos, aseos y sala de informática.
En el nivel 1 se hará hueco a “espacios diáfanos e iluminados gracias a los ventanales proyectados”. Allí quedarán el salón de actos, las zonas de estancia y, en la parte del museo, su dirección.
El nuevo Tinglado busca ser “un icono de la ciudad, un edificio que imprima carácter y lo distinga del resto, singular”.