El PSOE no incluye entre las medidas contempladas en su propuesta de 'programa común progresista' la supresión de las concertinas de las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla con Marruecos, ni tampoco menciona las denominadas 'devoluciones en caliente'.
En los últimos programas electorales, los socialistas sí incorporaron estas cuestiones. De hecho, el Gobierno de Pedro Sánchez al poco de llegar a la Moncloa se marcó como prioridad retirar las concertinas, unos alambres equipados con cuchillas cortantes que se instalaron coronando las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla.
El objetivo, según señaló, era cambiarlas por unos medios "menos cruentos" que garanticen "igual o más seguridad" en la frontera. Precisamente este martes, el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande Marlaska, ha insistido en que la sustitución total de las concertinas estará ejecutada en el transcurso de 2020.
Al igual que el PSOE no incluye en esta propuesta de programa ni la retirada de las concertinas ni las devoluciones 'en caliente', Unidas Podemos tampoco las incorporó en el documento que el pasado mes de agosto remitió a los socialistas con el objetivo de alcanzar un acuerdo para una futura investidura de Pedro Sánchez.
En él, Podemos abogó por una auténtica política europea de inmigración así como por la modificación del Sistema de Acogida e Integración de refugiados. Asimismo, defendía impulsar la creación de un sistema europeo de búsqueda y salvamento marítimo, garantizando el trabajo de las ONG de rescate, entre otras cuestiones.
Política de inmigración "justa y solidaria"
Por su parte, en la propuesta de programa común progresista presentada este martes por el PSOE, los socialistas defienden la necesidad promover una política europea de inmigración justa y solidaria, que respete los derechos fundamentales y garantice las libertades y principios de la UE.
Asimismo, apunta que "España promoverá la implementación del Pacto Global para las Migraciones -Acuerdos de Marrakech- y del Pacto Mundial sobre los Refugiados de NNUU y dedicará una especial atención al desarrollo sostenible de los países de origen y tránsito para facilitar una inmigración ordenada, legal y segura.
Además, contempla modificar el sistema nacional de acogida e integración de solicitantes de Protección Internacional, adaptándolo a la normativa europea y a la nueva realidad de España para hacerlo más eficiente y solidario. Se consolidará la recuperación de las políticas de integración promovidas por el Gobierno socialista, con la aprobación de un nuevo Plan Estratégico de Ciudadanía eIntegración (PECI) que, dirigido al conjunto de la ciudadanía, promueva la convivencia y la cohesión social.
Otra de las medidas contempladas recoge que "España seguirá comprometida con la atención" de aquellos migrantes que llegan en situaciones de alta vulnerabilidad, mejorando la coordinación de todos los actores involucrados en la atención humanitaria y en la identificación de vulnerabilidades, especialmente las mujeres víctimas de trata y los menores.